Las TIC en la salud pública llegaron para revolucionar la vida cotidiana de millones de usuarios. Sin embargo, fuera del campo especializado —donde neologismos como e-salud, m-salud y telesalud comienzan a ser cada vez más recurrentes—, poco suele decirse sobre los alcances que tienen en la salud pública.

México enfrenta retos en esta materia que tienen que ver con grandes grupos de población sin acceso a servicios de salud. Esto se debe a causas geográficas, socioeconómicas y de escasez de recursos públicos. En otras palabras, la implementación del uso de TIC puede ser una herramienta útil para mitigar estas carencias. ¿De qué trata este uso de las TIC en la salud pública y qué se ha hecho en México?

TIC y salud pública en México: medicina a distancia

Aunque son muchas las maneras en las que las TIC pueden insertarse en el sector, en esta ocasión sólo nos enfocaremos en salud electrónica, telesalud, salud móvil y uso de datos masivos. La salud electrónica —o e-salud— se refiere a la generalidad de la aplicación de nuevas tecnologías al campo de la salud. La Organización Panamericana de la Salud (OPS) la define como el área de la salud caracterizada por la incorporación de TIC para transmitir, almacenar y recuperar datos con objetivos clínicos, administrativos y educacionales. En México, el gobierno ha emprendido algunas acciones específicas en esta materia, aunque todavía no existe una estrategia integral para su desarrollo.

Telesalud: alternativa eficiente

La telesalud se refiere a la prestación de servicios médicos a distancia. Es decir, la interacción entre paciente y prestador de servicios médicos puede ser mediante el uso de llamadas telefónicas o vídeos; igualmente, puede darse a través de la interacción por correo electrónico o mensajería instantánea. Esta modalidad tiene como principales áreas de aplicación la teleradiología, la teledermatología y la telepsiquiatría. Es particularmente útil para la atención de comunidades rurales, donde el especialista no necesariamente tiene que trasladarse a tal localidad, ya que puede operar desde un centro urbano. Dadas las condiciones sociodemográficas de México, la telesalud es particularmente eficiente para la atención de comunidades marginadas, donde no siempre se cuenta con la infraestructura necesaria para que la población pueda acceder a los servicios de salud.

Al respecto, existen instituciones como el Centro Nacional de Excelencia Tecnológica en Salud y el Grupo de Trabajo Interinstitucional de Equipamiento Médico y Telemedicina, cuyo fin es adoptar innovaciones tecnológicas para diseñar e implementar proyectos de telesalud y generar estrategias coordinadas entre instituciones públicas del sector. Esto es, bajo esos parámetros, se han implementado programas a nivel nacional en materia de teleradiología, teledermatología y telesiquiatría, a la vez que hay programas de prueba, tanto a nivel estatal como municipal, de telepatología y monitoreo remoto de pacientes.

TIC y salud pública en México: m-salud

Por otra parte, la salud móvil —también conocida como m-salud— se define como el uso de dispositivos electrónicos móviles para prácticas médicas y de salud pública. Es decir, algunas aplicaciones concretas de la salud móvil tienen que ver con líneas de atención telefónica o con el seguimiento a pacientes a través de mensajes SMS. En México, se han implementado programas de salud móvil a nivel nacional con líneas de atención telefónica para la salud y recordatorios programados para citas médicas; a nivel estatal, existen también algunos programas de atención a emergencias.

Igualmente, se han implementado de programas temporales de prueba de telesalud, a través de servicios de salud móvil. El caso más emblemático son las acciones desprendidas del programa Prospera Digital, a través del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que consistía en dotar de un teléfono celular —en caso de no tener uno— a mujeres embarazadas. Así, ellas podían hacerse de información personalizada sobre su proceso de gestación, así como también acceder a comunicación directa con un médico asignado en una unidad de salud. En consecuencia, las futuras mamás tenían acceso a una atención constante a partir de la cual podían resolver sus dudas, a la vez que evitaban tener que hacer visitas innecesarias al consultorio.

Big data: su impacto

En otro ámbito, la aplicación del big data en el campo de la salud pública está relacionada con la capacidad de integrar sistemas de información de cobertura en salud, que sean capaces de articular tanto una perspectiva individual como una comunitaria. Por ejemplo, es posible conformar grandes bases de datos con información de distintas poblaciones —en cuanto a infraestructura, disponibilidad de servicios hospitalarios y densidad de médicos disponibles— con datos individuales sobre historial clínico y monitoreo de salud.

Capturar y analizar esta información tiene un gran potencial sobre el diseño e implementación de políticas públicas; como es de esperarse, esta estrategia debe estar regulada por un marco institucional específico, que proteja la privacidad de los usuarios. Desafortunadamente, aunque en México se cuenta con una ley de protección de datos, no existen regulaciones específicas para el uso de datos masivos sobre salud ni se cuenta con una estrategia que contemple su aprovechamiento para hacer más eficiente la política pública del sector.

Pendientes que resolver

La incorporación de las TIC en salud pública en México puede ser muy benéfica. Si bien destacan algunas acciones implementadas en el área, y se reconoce que el tema existe en la agenda, su desarrollo está aún en ciernes. Su impulso permitiría tener mejores diagnósticos sobre salud pública. También, hacer una focalización más precisa para los programas y tener mecanismos más adecuados de atención prioritaria. Igualmente, contribuir en la ampliación del acceso a estos servicios. La salud electrónica en México debe sobrepasar las buenas intenciones de los documentos que dictan las líneas de desarrollo, los casos de éxito aislado y los programas de prueba. Debe convertirse en una prioridad real en la agenda de los gobiernos de los tres niveles.

Las TIC en salud pública en México engloban e-salud, salud móvil, telesalud y Big data. Hay casos de éxito pero se deben priorizar en los tres niveles.

Adrían García García. Investigador, DataLab Mx. Es economista (UNAM) y maestro en ciencias sociales (Flacso—México). Sus temas de interés en investigación se relacionan con el desarrollo social. Actualmente investiga sobre los impactos de las TIC en sociedad y gobierno, particularmente temas relacionados con gobernanza y con brecha digital.

Fuentes