Los desastres de TIC son eventos inesperados que causan una pérdida sustancial de los niveles de servicio en los sistemas críticos durante un período de tiempo demasiado largo. Esto, por supuesto, puede afectar gravemente a la atención sanitaria moderna. Es por ello que resulta conveniente tener en cuenta cuáles son las amenazas más comunes para la continuidad del negocio en el caso de las organizaciones de cuidado de la salud y tomar medidas para contrarrestarlas.

De acuerdo con Quest —fabricante global de software de administración de sistemas, plataformas y ciberseguridad—, los desastres de TIC más frecuentes son:

●Errores humanos: A menudo hacen que los sistemas se vuelvan lógicamente corruptos o inutilizables. Un accidente simple, como que un empleado se tropiece con un cable, puede derribar todo un sistema de almacenamiento.

●Corrupción de los datos: Ocurre cuando un componente de hardware o software dañado hace que se lean o escriban datos corruptos en la base de datos. La corrupción de datos adopta muchas formas. Puede estar muy extendida o puede ser localizada. La corrupción en un solo bloque de base de datos podría afectar a pocos usuarios, mientras que la de una gran parte de la base de datos la haría esencialmente inutilizable. La mayoría de los profesionales de TIC han visto alguna forma de corrupción de datos en sus carreras, aunque es comprensible que las organizaciones tienden a no dar a conocer estos problemas. Esta corrupción de datos puede deberse a fallas de hardware o errores humanos.

Proteger los datos

Desastres de TIC
Ilustración: iStock.

Ataques de ciberseguridad: Las organizaciones de salud son ahora más conscientes de la posibilidad de que actos malintencionados provoquen desastres. Una preocupación aún más apremiante en los últimos tiempos es el ciberterrorismo, especialmente las acciones contra industrias críticas, como la de la salud. El ransomware ocupa un lugar en esta categoría de amenazas. Se estima que el año pasado causó un daño de 20,000 millones de dólares a nivel global. En el caso de la industria de la salud, tan sólo en Estados Unidos el año pasado fueron afectadas al menos 560 organizaciones sanitarias en 80 ataques distintos.

●Fallo de almacenamiento: Esto ocurre cuando el almacenamiento que contiene parte o todo el contenido de la base de datos deja de estar disponible porque se ha cerrado o ya no es accesible. Muchas empresas han tenido fallas de almacenamiento completas, a menudo causadas involuntariamente por error humano. Por ejemplo, en una organización, alguien apiló un conjunto de unidades de disco contra una pared; sin darse cuenta, apagó un interruptor y provocó fallas en el sistema, un problema que era difícil de rastrear.

Prepararse para los desastres de TIC

Desastres de TIC
Foto: cortesía.

●Cortes de energía y red: Pueden parecer mundanos, pero estos desastres de TIC tienen un efecto paralizante en los negocios. Los servidores y el almacenamiento a menudo reciben toda la atención en un plan de recuperación ante desastres, pero cualquier plan centrado en el negocio también debe incluir una infraestructura de red de área local (LAN) redundante, así como los pasos para restaurar la LAN. Las fallas de la red son la tercera causa más común de tiempo de inactividad no planificada. La pérdida de un solo conmutador de red podría convertirse rápidamente en una interrupción importante y prolongada de servicio.

Desastres naturales: La creciente intensidad de los desastres naturales a nivel mundial debería preocupar a los profesionales de las tecnologías de la información y la comunicación. Destaca la necesidad de contar con estrategias de continuidad empresarial que incluyan ir más allá de los recursos locales o regionales.

«Un desastre puede tener varias causas, como un corte de energía, un evento relacionado con el clima o un ataque de ciberseguridad. Los desastres de TIC ocurren todos los días, incluso con los profesionales más experimentados. Las organizaciones deben aceptar que ocurrirán desastres y desarrollar una estrategia de recuperación sólida para minimizar su impacto», explica Jesús García, Country Manager de Quest Software en México.