Creados en 1994, los códigos QR o Quick Response se han vuelto ubicuos en los últimos años. Aunque se les asocia principalmente con el comercio, también tienen aplicaciones en la educación universitaria. Se trata de códigos de barras bidimensionales, con información legible para dispositivos móviles y computadoras. De hecho, cualquier teléfono inteligente puede leerlos.

Los códigos QR son capaces de almacenar hasta 7,000 números y su lectura es 10 veces más rápida que la de otros códigos, aun si el escáner se sujeta en un ángulo inclinado. Por la facilidad de imprimirlos lo mismo en volantes que en pósters o páginas web, sirven como vía de acceso a todo tipo de recursos en línea. Eso evita la necesidad de anotar o memorizar direcciones de Internet. Basta con la cámara del dispositivo.

Herramientas para la difusión

Códigos QR en la educación universitaria

En la educación universitaria, los códigos QR son útiles para diversas tareas:

Difundir noticias en los campus: Por lo general, las universidades tienen diversos boletines internos. Cuando son muy extensos, imprimirlos puede ser muy caro. En cambio, pueden editarse versiones abreviadas con códigos QR que dirijan a otras más completas en la Internet. O pueden acceder a la versión móvil de los boletines, legibles en dispositivos portátiles.

●Distribuir material educativo: Los maestros pueden poner a disposición de sus estudiantes videos, imágenes, revistas electrónicas, audios y otros materiales complementarios de los cursos. Por ejemplo, en el plan de estudios se pueden colocar códigos QR con la bibliografía de la materia. Y no se limita a lecturas: puede tratarse de recursos multimedia.

●Complementar las presentaciones: Si se realizan presentaciones en las clases —ya sean híbridas, remotas o presenciales—, los códigos QR pueden dirigir a los estudiantes a sitios en la Internet con información adicional. Inclusive, pueden conducir a documentos en línea con enlaces a diversos recursos.

Clases con códigos QR

Códigos QR en la educación universitaria

●Impartir clases interactivas: Ligado con el punto anterior, cuando los libros de texto incorporan códigos QR los estudiantes tienen acceso, por ejemplo, a imágenes detalladas, audios, videos, documentos PDF o conjuntos de datos relacionados con cada tema. También se puede dar acceso a cuestionarios o encuestas rápidas.

Vincular a documentos colaborativos en línea: Dichos documentos pueden ser eficaces para actividades como lluvia de ideas, ejercicios de escritura compartidos, presentaciones y otras tareas basadas en la colaboración.

●Dar indicaciones para la realización de trabajos: Los códigos QR pueden vincular a directrices en la Internet para realizar los trabajos. Lo anterior puede incluir, por ejemplo, tutoriales para resolver problemas puntuales.

●Mejorar la administración de la biblioteca: Los códigos QR pueden dar acceso a los catálogos de la biblioteca desde cualquier teléfono inteligente. En lugar de limitarse a las fichas bibliográficas, es posible anexar información adicional, como resúmenes o reseñas. Por supuesto, también facilitan la gestión del inventario.