El número de dispositivos móviles conectados a las redes Wi-Fi de las universidades no deja de aumentar. Cada estudiante utiliza varios dispositivos para sus actividades, ahora con aplicaciones de inteligencia artificial (IA) que dependen de conexiones rápidas y estables. Resultado: las redes están cada vez más saturadas. Resolver la situación de la manera tradicional implicaría ampliar la infraestructura y dedicarle recursos y personal adicionales, lo cual no siempre es posible. Una posible solución consiste en recurrir al uso de redes Wi-Fi gestionadas por IA.
Capaces de identificar patrones, registrar interacciones y corregir errores sin intervención humana, dichas redes agilizan la resolución de incidentes. Eso evita que se pierdan recursos en diagnósticos manuales, pruebas y llamadas al proveedor.
Otra de sus ventajas más significativas de este modelo es su capacidad de detectar amenazas de seguridad en tiempo real. Al monitorear constantemente la actividad de cada dispositivo conectado, las redes Wi-Fi gestionadas por IA pueden identificar comportamientos inusuales —como accesos fuera de horario o intentos de conexión no autorizados— y bloquearlos o aislar segmentos comprometidos.
Un informe WifiTalents —firma de investigación de mercados— indica que la ciberseguridad de las organizaciones que utilizan redes Wi-Fi gestionadas por IA mejora sustancialmente, pues pueden detectar las violaciones de seguridad en tiempos 60% menores. Esto no sólo mejora la protección frente a ataques cibernéticos, sino que reduce la carga de trabajo del personal de TIC.
Ventajas de las redes Wi-Fi gestionadas por IA
Las redes Wi-Fi gestionadas por IA aprenden de los patrones de uso y se adaptan a las necesidades del entorno sin intervención humana constante. Es decir, utilizan algoritmos para monitorear el comportamiento de los dispositivos conectados, anticipar fallas, detectar anomalías y realizar ajustes en tiempo real.
Gracias al análisis predictivo, estas redes mejoran la eficiencia operativa al identificar puntos de congestión antes de que afecten el rendimiento. También sugieren redistribución de carga, o incluso alertan sobre la necesidad de mantenimiento o reemplazo de dispositivos.
Ahora bien, este tipo de soluciones normalmente se asocian a los grandes corporativos. Sin embargo, la adopción de redes Wi-Fi gestionadas por IA comienza a crecer en organizaciones más pequeñas, entre ellas las universidades. Para éstas últimas son particularmente útiles ante el crecimiento de las clases híbridas.
«En organizaciones con múltiples ubicaciones o entornos complejos, la automatización de tareas de red representa un ahorro significativo en tiempo y costos», señala Jorge Mandujano, fundador y CEO de Beyond Technology, firma global de servicios de TIC. «Además al aplicar niveles de acceso diferenciados según el perfil predeterminados, protege los datos sensibles sin comprometer la experiencia del usuario».