Ante el trasladado del trabajo universitario a la casa, las videollamadas han resuelto las necesidades de comunicación. Cabe preguntarse: ¿qué tan segura está nuestra información mientras viaja por estos canales?
Alestra, empresa proveedora líder en soluciones de innovación digital, comparte datos de comportamiento interesantes. El 90% de las personas que usan videoconferencias consideran que se expresan mejor. El 25% de los colaboradores utilizan las videoconferencias para tener juntas más productivas. El 35% considera que participar en videollamadas los hace sentir más valorados e incluidos.
No es sorpresa que las videollamadas hayan ganado popularidad durante el periodo de cuarentena. Sin embargo, existen riesgos que pueden comprometer áreas vitales de cualquier organización, como los ataques de phishing, que aprovechan la debilidad emocional de las personas para obtener información clave desde datos financieros hasta información más sensible.
Las amenazas a la ciberseguridad en las videollamadas son una realidad de la que México no está exento. Su alarmante ritmo de crecimiento y sofisticación exige ocuparnos de ella de manera prioritaria. Por ello es imperativo replantearse la seguridad de forma integral para estar preparados, prevenir, detectar y responder de forma puntual a cualquier intimidación online que derive en un ataque cibernético. Así se evita que resulte en la sustracción de activos o información confidencial de las organizaciones.
La ciberseguridad es labor de equipo y los colaboradores deben ser cautelosos en las herramientas de videoconferencia y envío de datos que utilizan. Hay que tomar en cuenta algunos puntos para evitar caer en un ciberataque. Entre ellos: tener reuniones en modo privado, solicitar una contraseña, iniciar hasta que el anfitrión de la reunión esté presente y permitir solo a usuarios previamente registrados. También puede ser prudente no grabar las sesiones, bloquear la reunión, controlar quién puede compartir pantalla, desactivar las funciones de guardar conversaciones o chats privados.
Seguridad en las videollamadas
Sin señalar cual plataforma o herramienta de videollamadas es más conveniente, las universidades deben ser estrictas en el apego a sus lineamientos de software y licenciamiento. Deben advertir a sus colaboradores con anticipación sobre lo que sí está permitido y los pasos a seguir para evitar ser víctima de un fraude cibernético. La creación de conciencia y la promoción de una cultura segura en el uso de los recursos de cómputo en las empresas son fundamentales para enfrentar estos desafíos. Existen empresas dedicadas en ofrecer sistemas de videollamadas seguros, confiables y con mayores capacidades que aquellos frecuentados por usuarios finales.
En México el 77% de las organizaciones no cuenta con un sistema de respuesta contra incidentes. Las consecuencias de ser víctimas de un ciberataque pueden afectar a las operaciones y traer implicaciones legales dependiendo de la información comprometida. Desde esta perspectiva, las empresas expertas en sistemas integrados y automatizados ofrecen amplias coberturas ante posibles ataques. Cubren lo mismo dispositivos de la Internet de las Cosas (IoT), conectividad segura y nube que aplicaciones útiles para cualquier organización sin importar su tamaño o rubro. La transformación digital mejora drásticamente la forma en que trabajamos y hacemos negocios. Sin embargo, también introduce nuevos riesgos y más vale estar preparados para cualquier escenario con estrategias bien definidas y el soporte de una sólida área de TI dispuesta a detectar y responder de forma automática cualquier ciberamenaza.