El mercado global de la Internet de las Cosas Médicas (IoMT, por las siglas en inglés de Internet of Medical Things) crecerá de manera muy acusada en los próximos años, según proyecciones de diversas consultoras de investigación de mercados. Por ejemplo, Fortune Bussiness Insights indica en un reporte que en 2018 el valor global de la IoMT era de 18,750 millones de dólares y en 2026 alcanzará los 142,450 millones. Por su parte, la firma AllTheResearch estima que en 2018 el valor era de 44,565.6 millones de dólares y dentro de un lustro será de 254,233.6 millones de dólares.
Ahora bien, ¿cuál es la utilidad del universo en expansión de la Internet de las Cosas Médicas? En términos generales, los dispositivos y software que la conforman tienen aplicaciones cada vez más variadas.
Dispositivos de monitoreo remoto
●Dispositivos corporales de monitoreo de la condición física o wearables: conocidos en inglés como fitness trackers, incluye aparatos como pulseras y relojes inteligentes y monitores de actividad física. No suelen estar regulados por las autoridades médicas, pero pueden ser utilizados para recopilar datos relevantes sobre la salud de los usuarios e incluso reportarlos a sus médicos.
●Wearables de grado clínico: son aquellos regulados y certificados por las autoridades sanitarias, como la secretaría de Salud o la FDA estadounidense. Se usan por prescripción y bajo supervisión médica. Entre otros, se pueden mencionar los cinturones protectores de la cadera. Dirigidos sobre todo a los adultos mayores, se inflan automáticamente para proteger al paciente cuando detectan una caída y reportan el evento por la Internet a quien esté designado. También se incluye en esta categoría los neuromoduladores portátiles usados para aliviar el dolor crónico.
●Aparatos para el monitoreo remoto de pacientes: se utilizan en el hogar para el manejo de enfermedades crónicas, las cuales suelen implicar la vigilancia continua de síntomas y cambios fisiológicos de los pacientes. También tienen se utilizan para dar seguimiento remoto a pacientes recién dados de alta del hospital. Otro de sus usos es la gestión a distancia de medicamentos para fortalecer la adhesión al tratamiento.
Sensores logísticos en la Internet de las Cosas Médicas
●Pastillas inteligentes: se trata de píldoras que incluyen un sensor que se activa al entrar en contacto con los jugos gástricos es evacuado al final del tránsito intestinal. El sensor recopila datos que se transmiten a un parche en el brazo del paciente, el cual a su vez los envía a un teléfono inteligente. De esa manera, queda registrado el tiempo y la frecuencia de la toma del medicamento, lo cual resulta muy útil para el cuidado de pacientes que tienen dificultades para apegarse al tratamiento.
●Dispositivos clínicos utilizados por los médicos: son capaces de registrar y almacenar datos (como los signos vitales) directamente en los expedientes clínicos electrónicos (ECE). Entre otros, se pueden contar los estetoscopios digitales.
●Equipamiento hospitalario: desde las máquinas de ECG hasta las de resonancia magnética pueden formar parte de la Internet de las Cosas Médicas, ya sea para trasmitir y almacenar datos o para el rastreo de equipos —como bombas de infusión y sillas de ruedas— mediante etiquetas RFID.
●Logística: se refiere al transporte y la entrega de bienes y servicios de atención médica, incluidos productos farmacéuticos, suministros médicos y quirúrgicos, así como dispositivos y equipos médicos. Un ejemplo notable de esta aplicación de la Internet de las Cosas Médicas es la vigilancia de la distribución de las vacunas contra la COVID-19. Dado que requieren controles estrictos de temperatura, tarea en la que puede ser muy eficaz el uso de dispositivos conectados a las redes.