Investigadores de la Universidad de Nanjing (China) anunciaron recientemente la creación de unos lentes de contacto inteligentes que podrían tener potenciales aplicaciones médicas. De acuerdo con el artículo publicado en la revista científica Nature Communications, los dispositivos podría también ser aprovechados para aplicaciones de realidad aumentada (RA) e incluso la operación remota de robots.

Los lentes de contacto inteligentes no requieren ningún chip ni baterías. En cambio, utilizan etiquetas de radiofrecuencia (RFID). Dichas etiquetas son completamente inalámbricas, lo que las hace ideales para para rastrear el movimiento ocular.

Mediante un algoritmo de seguimiento secuencial en el tiempo, los dispositivos permiten mediciones en arco de menos de 0.5°. De hecho, esto es un ángulo de visión más pequeño que el rango de visión de la fóvea central (el área de la retina donde se enfoca la luz). Eso permite determinar con gran precisión hacia dónde está mirando el usuario.

Las etiquetas de RFID integradas en la lente captan los movimientos oculares, los codifican y los transmiten como señales de radiofrecuencia al sistema conectado. Éste, a su vez, los analiza y determina en tiempo real la acción a seguir. Para evitar imprecisiones, cada etiqueta emite una señal de frecuencia única.

Aplicaciones de los lentes de contacto inteligentes

Estos lentes de contacto inteligentes son biocompatibles e imperceptibles por el usuario. Inclusive, pueden detectar el cierre de los ojos. De hecho, las pruebas mostraron que los lentes son estables y seguros para usarlos hasta por 12 horas continuas. El resultado, según sus creadores, es una «interacción hombre-máquina altamente eficiente, natural y sin esfuerzo». Su exactitud angular resulta ideal para los comandos oculares empleados en las interfaces hombre-máquina (Human-Machine Interface, HMI) requeridas para el control remoto de robots.

Aunque existen otros dispositivos de seguimiento ocular, su desempeño suele verse afectado por la luz ambiental por su separación con el ojo. Los lentes de contacto inteligentes evitan ese problema al estar colocados directamente sobre la córnea del usuario.

Los desarrolladores de los lentes de contacto inteligentes indican que, en el campo médico, pueden usarse, por ejemplo, para monitorear cambios fisiológicos en tiempo real, como la presión del humor acuoso del ojo. También serían útiles para corregir deficiencias en la percepción del color e, inclusive, en la reparación de células corneales.

Adicionalmente, los investigadores indican que los dispositivos podrían emplearse para evaluar la función visual y diagnosticar y tratar enfermedades neurológicas. Inclusive, de acuerdo con el artículo publicado, podrían ser útiles para evaluar la función cognitiva y la calidad del sueño.

En cuanto a su aplicación en realidad aumentada, lentes de contacto inteligentes son más eficientes que los anteojos pues proyectan imágenes directamente en la retina del usuario.

El siguiente objetivo de los investigadores es mejorar la flexibilidad y transparencia de los lentes de contacto inteligentes. Con ello esperan que puedan controlar mejor otros dispositivos, como cámaras de campo y sensores de diversos tipos.