La telemedicina está ahora mucho más difundida, sobre todo a partir de la pandemia. De hecho, la atención remota ya es parte de los estándares de la atención sanitaria. Inclusive, se le considera una vía muy eficaz para el cuidado de la salud mental. Sin embargo, a pesar de que un gran número de pacientes recurren a ella sin reparos, aún persisten dudas sobre las ventajas de la telemedicina.

En general se puede pensar que dichos prejuicios nacen de la desinformación, que a su vez provoca desconfianza en potenciales pacientes de la atención remota. Entre los principales cuestionamientos a las ventajas de la telemedicina se pueden enumerar los siguientes:

La atención no es tan buena como los exámenes cara a cara: Por supuesto que los exámenes físicos tienen un gran valor para diagnosticar a un paciente. Sin embargo, muchos padecimientos pueden tratarse de manera remota. Más aún: la posibilidad de que el médico reciba en tiempo real los signos vitales del paciente y otra información (como el peso, la actividad física y los niveles de azúcar) facilita los tratamientos.

Tratamientos personalizables en la atención remota

Ventajas de la telemedicina

De hecho, no es infrecuente que los médicos puedan actuar con mucha mayor rapidez que con las consultas tradicionales. Esto se debe a que pueden eliminarse problemas como la disponibilidad de un tratante o los largos tiempos de espera en consultorios y hospitales. Además, gracias al monitoreo remoto de los dispositivos de la IoMT, los pacientes pueden recibir alertas sobre la toma de sus medicamentos, por ejemplo.

La telemedicina no sirve: Ligada al punto anterior, esta es una de las dudas más frecuentes sobre las ventajas de la telemedicina. No falta quien piense que la atención remota no puede dar buenos resultados para los pacientes.

Pero esa concepción es errónea.

En realidad, propicia que los enfermos se involucren más en el manejo de su salud. Además, los datos recopilados de manera continua por los dispositivos de monitoreo no sólo facilitan el seguimiento a largo plazo. También ayudan a diseñar y supervisar tratamientos altamente personalizados.

Otra de las ventajas de la telemedicina es que puede estar al alcance de quienes viven fuera de las ciudades. El monitoreo remoto ayuda a que los pacientes de zonas rurales accedan a atención de primera mano sin necesidad de trasladarse.

Ventajas de la telemedicina, mayores que sus desventajas

Ventajas de la telemedicina

La tecnología es complicada de usar: Otro de los cuestionamientos a la atención remota es la dificultad de usar las aplicaciones y plataformas. En realidad, la facilidad de uso de las herramientas digitales es otra de las ventajas de la telemedicina.

Con la capacitación adecuada, pacientes y médicos pueden recopilar datos de manera precisa e informar sobre la salud en tiempo real. También se facilita la comunicación entre las partes. Además, muchas de las tareas administrativas pueden ser automatizadas, lo cual disminuye la carga laboral de los médicos.

La mayoría de las plataformas de atención remota tienen interfaces intuitivas y opciones personalizables. Además, incorporan herramientas de análisis de datos mediante inteligencia artificial, lo cual asiste a los especialistas en sus diagnósticos.

No funciona sin Internet de alta velocidad: Si bien esta es una preocupación legítima, sobre todo en las zonas menos desarrolladas, existen alternativas. Una de ellas consiste en recurrir a las redes celulares para transmitir los datos más esenciales. O bien, los dispositivos pueden recopilar la información sin interrupciones y transmitirla una vez que pueden conectarse a una red.

Aún falta mucho por hacer en el campo de la atención remota de la salud. Sin embargo, los últimos años han mostrado que, si bien existen limitaciones, sobre todo en las áreas menos favorecidas, no se puede negar que, en general, tales desventajas son compensadas de sobra por las ventajas de la telemedicina.