La Cuarta Revolución Industrial (4RI) está modificando todos los entornos, y el laboral sin duda es uno de los principales. Las universidades deben preparar a los profesionistas que enfrentarán este cambio, que arranca desde la detección de talentos hasta la forma en que se entiende el trabajo y se crean los perfiles de empleos. Hoy éstos son revolucionados por blockchain, inteligencia artificial (IA), Internet de las cosas (IoT), machine learning, nube, robótica y realidades virtual y aumentada, las principales tecnologías que sustentan la 4RI.
La IA y el machine learning mejoran las capacidades de los profesionales de RH al usarse para unir competencias y experiencia con requisitos; el historial académico y profesional de los postulantes ha comenzado a ser inmutable para blockchain, y ya hay robots que se encargan del primer filtro de entrevistas para la selección de candidatos, lo que reduce el sesgo en el proceso de reclutamiento. Pero esa es sólo la punta del iceberg.
En otro nivel están los roles profesionales, que también se adaptan a la nueva era. Según indica el Reporte de Administración de Datos en la Nube 2019 de Veeam, nueve de cada 10 empresas consideran que las habilidades digitales, protagonistas de la Cuarta Revolución Industrial, son imprescindibles para el éxito de los empleados. Este es, de hecho, uno de los cuatro pilares de las organizaciones que buscan convertirse en negocios más inteligentes (junto con la nube, la adaptación de la cultura organizacional y la confianza en las capacidades digitales del negocio), a decir de Veeam.
Empleos del futuro
Atrás ha quedado el miedo de que las máquinas desbancarían a los humanos en el trabajo; en su lugar, hoy el tema es evolucionar junto con la 4RI. En este sentido, Deloitte sugiere el surgimiento de nuevos trabajos enriquecidos por la tecnología: «A medida que las máquinas asuman tareas repetibles y lo que las personas hacen se vuelva menos rutinario, muchos roles evolucionarán rápidamente hacia “supertrabajos” (superjobs), la nueva categoría que cambia el panorama de cómo las empresas piensan sobre el trabajo», indica.
No por nada se escucha cada vez más acerca de puestos como analista de big data, consultor de nube, científico de datos, especialista en inteligencia artificial e ingeniero de datos, entre otros. Son los llamados “empleos del futuro”, que exigen altas capacidades en tecnología.
Ahora bien, tanto para éstos como para el resto de los trabajos, hay dos elementos que son de alta importancia: por un lado, están las habilidades humanas (colaboración, analítica, creatividad e interpretación), y por el otro, el manejo inteligente de los datos.
El éxito de los diferentes roles profesionales se basará, en gran parte, en el aprovechamiento de toda la información a su alcance para las cuatro áreas en las que se centra esta era industrial: la mejora del producto, las expectativas del cliente, la innovación colaborativa y las formas organizativas, en el entendido de que los empleos tendrán relación directa o indirecta con cada una de ellas.
4RI: los datos, imprescindibles
Sin duda, los datos también serán un componente imprescindible en la adaptación de estos puestos de trabajo, porque los recursos humanos del futuro requerirán gestionarlos, moverlos, analizarlos y explotarlos en tiempo real para optimizar decisiones y procesos en torno al reclutamiento, la selección del personal y la medición del desempeño de los profesionistas.
¿Y cómo apoya la tecnología de la 4RI al óptimo manejo de estos millones de datos, de forma eficiente y con la agilidad y seguridad que los tiempos actuales exigen? Garantizando que tales datos estarán a su alcance sin importar la plataforma en que los requieran, que se mantendrán disponibles aún si se mueven de una nube a otra, que están seguros y respaldados en caso de que haya alguna amenaza, y, sobre todo, que su manejo, gestión y explotación se encuentran orquestados y automatizados para que sea fácil y rápido para los profesionales obtener ventajas de ellos.
Con esto el círculo se completa, pues ya existe una estrategia tecnológica que lo hace posible: la gestión de datos en la nube. así que, por el momento, lo único pendiente es continuar evolucionando nuestras habilidades tecnológicas, organizativas y colaborativas, para formar parte del personal laboral que será capaz de romper la ola de la 4RI.