Ahora que la inteligencia artificial (IA) se torna ubicua en las aulas, las universidades se plantean cuál es la mejor manera de usarla. De hecho, el uso de IA (sobre todo la generativa, GenAI) ya es prominente y probablemente nunca se vaya. Y aunque puede ser muy beneficiosa, también puede dar lugar a problemas graves. Uno de los más preocupantes es el creciente uso fraudulento de la IA para redactar ensayos universitarios. Es por ello que se vuelve cada vez más necesario regular el uso de la IA en las aulas.

En el estudio Crossroads: Navigating the Intersection of AI and Academia, comisionado por la EdTech Turnitin a la investigadora de mercado para el sector tecnológico Vanson Bourne, se encontró con que un tercio de los 3,500 encuestados considera que el uso parcial de la IA es aceptable. Sin embargo, no han consenso sobre lo que es aceptable.

El estudio (que incluyó a estudiantes, administradores y académicos de Australia, Nueva Zelanda, India, México, Reino Unido, Irlanda y Estados Unidos) mostró la necesidad de regular el uso de la IA mediante protocolos consensuados. De hecho, más del 80% de los encuestados considera a las universidades responsables de instruir a los estudiantes en el uso de la IA.

Ahora bien, Turnitin ofrece diversas soluciones diseñadas para propiciar y robustecer la integridad académica de los ensayos, como Originality. A ellos se suma nueva solución: Clarity. Se trata de una plataforma de redacción que permite a los estudiantes elaborar sus tareas de escritura con transparencia. Estará disponible en el mercado hispanohablante desde el tercer trimestre de este año. «Es importante ayudar a los estudiantes a transitar hacia una era mucho más digitalizada», señala Belén Correa, directora para Latinoamérica de la EdTech.

Herramientas para regular el uso de la IA

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Imagen: cortesía de Turnitin.

La nueva solución permite a los estudiantes recibir de los educadores retroalimentación personalizada sobre su texto. Además, brinda información útil para demostrar el uso ético de la tecnología. Esto es, en aras de regular el uso de la IA, los administradores tienen acceso a datos transparentes para reforzar las políticas de la universidad.

Entre las ventajas de la solución se cuentan:

●Una experiencia de redacción integral para estudiantes. Las funciones van desde el acceso a las instrucciones y la rúbrica de evaluación hasta la redacción y edición de la entrega en varias sesiones antes de la fecha de entrega.

●Los profesores pueden ver el proceso de redacción completo de los estudiantes. Es decir, saben cuáles textos que han sido copiados y pegados, los patrones de escritura, el tiempo de redacción y el historial de borradores. Así, obtienen una visión integral del proceso de redacción, no sólo del producto final.

Además, los historiales de redacción se pueden revisar mediante reproducciones en video e informes sencillos. Esto facilita regular el uso de la IA mediante evidencias sobre el cumplimiento de los estudiantes con los estándares de integridad de la universidad.

●La plataforma permite a los educadores acceder a todos los reportes de integridad en un solo lugar. Esto ayuda a determinar con rapidez la información que sustenta la originalidad de los trabajos escritos de los estudiantes.

Los recursos disponibles en Clarity incluyen comprobaciones de similitud; detección de escritura con IA (disponible con el complemento Originality); metadatos de la entrega; calificaciones y retroalimentación; reportes de escritura, y reproducciones con marcas de alerta con sugerencias adicionales para la revisión. Serán habilitados este año para el mercado latinoamericano como un complemento de pago para los clientes con la solución Feedback Studio.