El modelo de enseñanza remota al cual se debió recurrir durante la pandemia no se abandonó una vez que pasó lo más agudo de la emergencia sanitaria. En cambio dio pie a una nueva modalidad, denominada HyFlex, un término que combina en inglés las palabras híbrido y flexible. El primer aspecto consiste en combinar las modalidades presencial y en línea para los cursos; el segundo, en que los estudiantes pueden elegir, sesión a sesión, cómo hacerlo. De ahí el término HyFlex, que podría traducirse como hibridez flexible.
Ahora bien, el mero hecho de poner en línea o transmitir en vivo las clases no convierte a un curso en HyFlex. Para ello, se requiere la coexistencia de tres vías de enseñanza, combinables a voluntad, sesión a sesión:
●Lecciones tradicionales, en un aula.
●Clases a distancia en tiempo real (sincrónicas), a través de videoconferencias.
●Clases a distancia en un momento posterior (asincrónica), tal como se hace en muchos cursos en línea.
El modelo HyFlex busca que los estudiantes logren los mismos objetivos de aprendizaje, sin importar la combinación de vías que elijan. Así, les permite completa autonomía sin detrimento de la calidad educativa. Si bien el modelo se desarrolló con la idea de ofrecer flexibilidad a los estudiantes, también beneficia a los profesores.
Crecimiento futuro de HyFlex
Desarrollado en la Universidad Estatal de San Francisco, el modelo HyFlex se ha extendido paulatinamente a instituciones educativas de todo el mundo. Ahora bien, implementarlo con éxito puede ser muy desafiante. Para comenzar, los profesores deben estructurar los contenidos del curso de tal manera que los estudiantes tengan acceso equitativo a los contenidos educativos. Y, como se ha dicho, deben garantizar que la calidad recibida es la misma en todos los canales.
Sin embargo, por su naturaleza, el modelo HyFlex no es adecuado para todas las materias, como las clases de laboratorio. También requiere pruebas exhaustivas para asegurar que la tecnología necesaria funcionada de manera adecuada. De hecho, en la mayoría de los casos, las universidades deben invertir en nuevo equipo (como cámaras HD y pizarras electrónicas).
Otros aspectos también pueden dificultar la adopción del modelo HyFlex. Entre ellos se encuentran los requisitos legales sobre privacidad de los datos de los participantes en las clases, pues las lecciones deben grabarse para hacerlas accesibles a todos.
Por otra parte, dado que las comunicaciones móviles tienden a ser ubicuas, es previsible que aumenta la demanda de cursos HyFlex. A la larga, esto puede beneficiar a las universidades, pues facilitaría la inscripción de un mayor número de estudiantes sin tener que ampliar sus espacios físicos, pues muchos de ellos podrían tomar gran parte de cursos de manera remota.