Tener una buena administración de datoses cada vez más importante para todas las organizaciones. Por supuesto, la industria del cuidado de la salud no está exenta de esta necesidad. Sin embargo, el creciente volumen de datos médicos en la atención sanitaria moderna dificulta la consecución de una administración de datos adecuada.

Ahora bien, los datos pueden ser tanto una gran herramienta como un dolor de cabeza. De acuerdo con McKinsey, «invertir en iniciativas de datos brinda una oportunidad importante para mantener un crecimiento constante, adoptar nuevos modelos de negocio, mejorar la eficiencia, y proporcionar el nivel de seguridad que exigen los clientes». En otras palabras, los datos deben funcionar para la organización.

Cuidar la calidad de los datos

Según indica Nutanix, existen cuatro señales reveladoras de que la administración de datos de una organización está estancada y necesita un replanteamiento.

La administración de datos lleva más tiempo que el análisis. Los silos y los datos inconsistentes o incompatibles pueden socavar los esfuerzos de cualquier organización para utilizar la información para la inteligencia de negocios. Si toma tiempo encontrar datos relevantes para análisis, entonces definitivamente hay un problema de administración.

Cuando no se tienen datos de buena calidad se suele incurrir en decisiones inexactas, pues los análisis se basarán en información incorrecta o incompleta. Los principales culpables de esto suelen ser los centros de datos heredados o aislados. Las organizaciones necesitan volver a evaluar el rendimiento del centro de datos y determinar si es prudente mantener las tecnologías heredadas.

Los datos no estructurados dominan en la empresa. No hay nada de malo con los datos no estructurados. Pueden ser una fuente de conocimientos significativos que las organizaciones pueden utilizar para obtener una ventaja competitiva. Sin embargo, no es positivo tener demasiados. Gestionarlos puede ser un desafío ya que son cualitativos y no se pueden procesar con herramientas convencionales.

Nuevamente, las tecnologías heredadas y en silos están expuestas por su incapacidad para ayudar cuando se trata de administrar datos no estructurados. Alternativamente, la base de datos como servicio (DBaaS) puede ser una forma efectiva de ayudar a los usuarios a acceder y administrar conjuntos de datos no estructurados.

Ciberseguridad y administración de datos

administración de datos

Los costos de energía son demasiado altos: Los costos de energía son un buen indicador de la eficiencia del centro de datos. Si las facturas siguen siendo altas, independientemente de cualquier cambio, es una clara señal de que algo está pasando. Según National Grid, los centros de datos consumen hasta el 90% de la energía cuando están inactivos. Es una fuente de gran desperdicio, en términos de costo, pero también conduce a emisiones de carbono innecesarias. La consolidación del big data en la nube y el uso de infraestructuras hiperconvergentes es una forma efectiva de enfrentar estos problemas. Eso fortalece la eficiencia energética y reduce las emisiones, al tiempo que se mejora la seguridad de los datos.

El trabajo remoto o híbrido poco estructurado: En los últimos dos años, la mayoría de las organizaciones ofrecen opciones de trabajo remotas e híbridas. Durante la pandemia, esto condujo a un mosaico de soluciones rápidas, y con eso surgieron problemas de seguridad y administración de datos. Muchos de estos problemas permanecen. Las organizaciones deben revisar las herramientas de trabajo remoto para garantizar un acceso rápido, eficiente y seguro a los datos, independientemente de su ubicación.

Las tecnologías y los procesos de privacidad y seguridad de datos deben estar integradas en cualquier transformación digital. Esto es porque la gobernanza de datos es un aspecto vital de cualquier estrategia de administración de datos. Las organizaciones necesitan visibilidad. ¿Cómo se gestionan los datos? ¿Hay áreas potenciales de explotación? Comprender cómo se mueven los datos a través de los sistemas, dónde se almacenan y cómo los utilizan las aplicaciones es fundamental. Sin visibilidad, ¿cómo pueden las organizaciones saber qué sucede realmente con sus datos?