Las nuevas tecnologías digitales permiten que los aparatos se comuniquen a través de sensores y sistemas inteligentes conectados a la red. Tales dispositivos conforman el Internet de las Cosas (Internet of Things, IoT). Y en lo que se refiere al cuidado de la salud, la Internet de las Cosas Médicas (IoMT). Con el análisis de esa información se pueden descubrir patrones para desarrollar estándares de calidad y mejorar la retroalimentación en tiempo real. Otra ventaja es que esa información puede tener fuentes variadas. como proveedores, clientes, usuarios y redes sociales. En el caso del cuidado de la salud, dichos datos, sobre todo al organizarse, constituyen el big data en medicina.

El big data en medicina puede tener un alto grado de complejidad y se puede generar a grandes velocidades. El reto consiste en desarrollar la habilidad, el conocimiento y herramientas para administrar ese gran volumen de datos. Por lo tanto, surgen en el mercado servicios que posibilitan su administración para extraer conclusiones sistemáticas y ordenadas. La finalidad es lograr la optimización de todos los procesos involucrados.

Según las últimas cifras publicadas por el Banco Mundial, alrededor de 35% del aumento de la inversión tras la pandemia fue en big data. En Latinoamérica alcanzó el 9%, lo que representa cerca de 8,000 millones de dólares. Eso responde a la necesidad de las empresas —incluidas las sanitarias— de transformar el  modelo de negocio presencial. Sólo así pudieron enfrentar los retos de la crisis de salud y adaptarse exitosamente al universo online.

Aprovechar el big data en medicina

La consultora IDC estima que hacia 2025 habrá un crecimiento de 10.5% adicional en la inversión en big data. Es importante destacar que el análisis de los datos no sólo beneficia a las grandes empresas; también hay oportunidades para las pequeñas y medianas empresas de mantenerse en el mercado.

big data en medicina

Del big data destaca su capacidad de crecimiento y lograr más alcance con el rápido avance del Internet de las Cosas. Una vez que los dispositivos adquieren características de almacenamiento, pueden acumular y compartir datos que albergan información clave de su funcionamiento y desempeño. Esto impacta en todos los mercados incluido, por supuesto, el del big data en medicina.

«La práctica del ensayo y error es la vía que nos permite bosquejar herramientas que cumplan con las exigencias de un mercado retador. En Latinoamérica no sólo debemos innovar con herramientas. También enfrentamos desafíos estructurales en el acceso a ellas, como consecuencia de la brecha tecnológica que ralentiza su adopción ágil. Es por ello que es necesario diseñarlas desde la simplicidad para acelerar la adaptabilidad», señala Ricardo Karbage, Managing Director Brazil & Xerox LATAM Enterprise Business Leader.

Herramientas simples

Aunque los datos pueden ser masivos, eso no significa que la tarea de su gestión también lo sea. Un manejo adecuado de datos permite eliminar procedimientos tediosos, como la transcripción de documentos de papel, para su digitalización. Una vez que los datos están almacenados manera segura, es posible procesarlos para desatar todo su potencial. Es viable, por ejemplo, automatizar la atención a clientes, el uso de insumos y la gestión de los recursos humanos, entre otras cosas.

Hoy existen herramientas accesibles para todo público que permiten administrar de manera eficiente los datos. Además, son de uso intuitivo y práctico, gracias a software especializado como DocuShare Flex. Con tales herramientas, es fácil transformar la información en espacios de trabajo de forma inmediata. Inclusive, puede hacerse de manera remota mediante flujos de trabajo y uso compartido.

Otras soluciones de comunicación personalizada para gestionar grandes volúmenes de información, como el big data en medicina, echan mano de tecnologías como XMPie. Con ellas es posible usar múltiples canales, incluyendo web, correo electrónico, celulares, videos, impresoras y muchos más dispositivos. Así, se facilita mantener organizado el contenido relevante de forma segura, adaptable y disponible para su uso. Por supuesto, el acceso se sujeta a que se cubran lineamientos de seguridad previamente definidos.