El cuidado de la salud ya no se limita a hospitales y consultorios. Con el advenimiento de la telemedicina, lo que antes era un perímetro bien definido, ahora se difumina en un abigarrado conjunto de dispositivos interconectados. Es decir, las infraestructuras tradicionales de redes van quedando atrás. Esto se debe a proliferan las consultas remotas y los dispositivos de la Internet de las Cosas Médicas (IoMT), que se conectan y operan en el borde. Una manera de proteger este ecosistema es mediante el uso de la arquitectura de malla de ciberseguridad o Cybersecurity Mesh Architecture (CSMA).

Cada dispositivo conectado a las redes hospitalarias es un potencial punto de acceso para los delincuentes cibernéticos. Éstos buscan aprovechar la heterogeneidad que ha reemplazado a las arquitecturas tradicionales de red para lanzar sus ataques. Es por ello que estrategias como recurrir a una Cybersecurity Mesh Architecture cobra sentido.

Inversión multimillonaria

Cybersecurity Mesh Architecture

La firma Fortune Business Insights calcula en 2029 el valor del mercado global de ciberseguridad rebasará 375,000 millones de dólares. Una parte importante se invertirá en adoptar la Cybersecurity Mesh Architecture. Ya existen en el mercado diversas soluciones para hacerlo.

El concepto de arquitectura de malla de ciberseguridad fue acuñado por la firma de consultoría Gartner. Se trata de un enfoque escalable y muy flexible, capaz de ampliar los controles a activos muy dispersos, como los que proliferan hoy en día. De acuerdo con Gartner, la Cybersecurity Mesh Architecture permite eliminar silos en la ciberseguridad. En vez de que cada aplicación funcione aislada, la malla crea un medio para que se comuniquen, integren y operen de manera coordinada. Es decir, se consigue una política de seguridad consolidada.

También agiliza, flexibiliza y facilita escalar la ciberseguridad conforme se profundiza la transformación digital de todas las empresas, incluidas, por supuesto, las de atención a la salud.

Cybersecurity Mesh Architecture: sus capas

Ahora bien, la arquitectura de malla de ciberseguridad consta de cuatro capas de protección:

Cybersecurity Mesh Architecture

Análisis e inteligencia de seguridad: Al eliminar los silos y centralizar la administración de las aplicaciones, es posible recopilar, consolidar y analizar grandes cantidades de datos en tiempo real. Esto mejora la detección de amenazas y el tiempo de respuesta para mitigarlas.

Gestión distribuida de identidades: Mejora las capacidades de directorio, la comprobación de identidades, los privilegios de accesos y la verificación de credenciales.

Consolidación de políticas: Con la Cybersecurity Mesh Architecture se facilita el trasladar las políticas centrales a las herramientas individuales. También es posible proporcionar servicios dinámicos de autorización en tiempo real. Eso ayuda a los equipos de TIC a identificar los fallas en el cumplimiento y las configuraciones deficientes.

Tableros consolidados: La información generada por las diversas herramientas y recopilada por las soluciones de Cybersecurity Mesh Architecture permiten una lograr vistas panorámicas del ecosistema digital de la empresa. Así, mediante el uso de tableros de control (dashboards), los equipos de TIC pueden evaluar con rapidez y eficacia las amenazas. Por ende, las respuestas para atajar los problemas se dan de manera más rápida y efectiva.