“Todos los demás lo están haciendo” no es una razón suficiente para que una empresa —incluidas las universidades— dé el salto por completo a la nube pública. Al mismo tiempo, a medida que los costos de infraestructura crezcan con el tiempo, se tendrán menos recursos para proyectos innovadores.
Si tu competencia está mejorando sus políticas de seguridad y recuperación ante desastres mientras que reduce sus costos de infraestructura por unidad, corres el riesgo de no estar preparado para los retos del futuro. Sin duda, la renovación de tu infraestructura de TIC puede resultar abrumadora. Cada vez que realizas una inversión significativa en un área que toca casi todos los puntos clave del negocio. Las implicaciones pueden ser costosas.
Pero ese es el punto clave: no todas las empresas necesitan una renovación completa.
Cuando se trata de realizar la migración a la nube, no es necesario hacerlo al 100% “desde el principio”. La migración a la nube debe hacerse después de crear un plan de negocio que muestre cómo la organización se beneficiará del cambio. Es importante mantener la infraestructura de TIC lo más moderna posible, por supuesto, pero solo tiene sentido hacerlo si ayuda a lograr los objetivos del negocio. Los CIO y CTO reconocen que deben tener un enfoque de negocio, pero también visualizan que normalmente necesitarán “encontrar” recursos para financiar nuevas iniciativas.
Para la mayoría de las empresas funciona un enfoque de tres partes que implica analizar a la gente, procesos y tecnología. Ayuda a evaluar cada situación y a desarrollar un plan de migración a la nube adaptado a sus necesidades únicas y específicas.
I: Enfoque en las personas
Una de las primeras y más obvias cosas que la migración a la nube hace por el negocio, en cuanto a personal, es liberar tiempo para la fuerza laboral. Con menos servidores y centros de datos que administrar, permite que el talento se concentre en iniciativas nuevas e “interesantes” que ayuden a impulsar el negocio principal. En lugar de utilizar recursos para mantener los sistemas, los equipos realizar un trabajo más valioso y gratificante que no sólo ofrece resultados comerciales, sino que también mejora la moral de toda la organización.
Pasar a un proveedor de nube pública como AWS, Google Cloud Platform o Microsoft Azure también puede ayudar a las empresas a retener su talento. La realidad es que, si no estás enfocado a la nube ahora, los miembros de tu equipo de TIC pueden irse porque quieren y necesitan mantener sus habilidades tan al día. Tiene sentido: nadie quiere trabajar para una organización que se basa únicamente en sistemas anticuados sin intención de modernizarse.
Por último, un plan de negocio en la nube permite al equipo de TIC volver a centrarse en el negocio. ¿Cuánto tiempo pasa el equipo de TIC administrando hardware? ¿Realmente está impulsando nuevos negocios? ¿Qué pasaría si pudieras darle la vuelta a eso para que el equipo pudiera concentrarse en algo nuevo que ayude a superar a la competencia? Sin duda, es más atractivo trabajar en proyectos innovadores en lugar de mantener sistemas obsoletos.
II: Enfoque en los procesos de la migración a la nube
Si tomas los procesos de TIC que tienes actualmente (pruebas, soporte y cualquier otra cosa) y los migras a la nube, probablemente no funcionará de la manera que imaginas porque es un paradigma diferente. Recomiendo a los equipos que son nuevos en la nube que realicen una evaluación para determinar cuáles procesos están (o no) listos para la nube. Pero no olvides que el valor real de la nube se hace evidente una vez que has migrado tus datos principales, ya sea información de recursos humanos, datos de clientes, datos de la cadena de suministro o todo lo anterior. Una vez que se migre dicha información, puedes comenzar a utilizar herramientas basadas en la nube para desbloquear el valor real de tus datos.
Una vez que tus datos están en la nube, inmediatamente tienes opciones. Puedes crear algo para Microsoft Azure y probarlo durante unos días y gastar solo unos pocos miles de dólares. Es un proceso sencillo en comparación con una renovación completa de la infraestructura de TIC. La palabra “ágil” se ha convertido en una especie de cliché empresarial, pero aquí sí aplica. Una vez que los datos están en la nube, consumirlos es mucho más fácil, lo que permite probar herramientas y soluciones para descubrir el verdadero valor de tus datos.
III: Enfoque en la tecnología
Una realidad que se pasa por alto es que muy pocas empresas, si es que hay alguna, han migrado a infraestructuras 100% basadas en la nube. Es sorprendente cuántas organizaciones todavía tienen un proveedor de alojamiento, ejecutan sistemas implementados internamente o alguna combinación de ambos. Por el contrario, es aún más sorprendente que pocas compañías carecen por completo de centros de datos.
Sin embargo, los altos costos relacionados con la nube de ERP SaaS es una preocupación creciente y real. Si estás ejecutando un ERP Oracle o SAP implementado internamente, por ejemplo, cambiar a un ERP basado en SaaS podría resultar en aproximadamente tres veces tus costos existentes. Y si ya te encuentras en la nube de forma limitada y has liberado recursos utilizando el soporte independiente, hacer un cambio completo a un ERP basado en SaaS podría multiplicar por cuatro o cinco veces tus costos actuales
Por otro lado, rara vez tiene sentido invertir en el ERP más actual del mercado (y los costos de soporte asociados que lo acompañan). Sí, esto significa que obtendrás todas las actualizaciones más recientes tan pronto como estén disponibles, pero ¿el próximo cambio gradual en tu sistema de recursos humanos o cadena de suministro te hará superar repentinamente a la competencia? La respuesta casi siempre es “no”.
El aspecto financiero de la migración a la nube
Al final, las organizaciones deben pensar en su plan de negocio empresarial basado en la nube como una ecuación. Existe un cierto costo para tu personal, procesos y hardware tecnológico actual. También debes tener en cuenta eventos próximos, como una actualización atrasada del centro de datos para renovar el hardware antiguo o un contrato de arrendamiento que debe renovarse. Igualmente, debes considerar los costos de oportunidad relacionados con la seguridad y la recuperación ante desastres.
Por último, ¿qué piensa tu director financiero sobre la nube? Tal vez piensa, “Mi amigo se mudó a la nube y se sorprendió por sus altos costos, no estoy seguro sobre el cambio”. Por lo tanto, también debes entender cuál es su impresión sobre el costo de la migración a la nube.
El número de organizaciones que están sentadas y cruzadas de brazos está disminuyendo rápidamente. La nube es inevitable y los equipos de TIC la necesitan cada vez más en sus currículos. La manera en que se implementará la nube para tu empresa probablemente diferirá de la de otras organizaciones, pero al final del día, la pregunta clave es esta: ¿Preferirías dedicar tiempo a respaldar tus aplicaciones existentes o implementar un nuevo software de respaldo? ¿O deseas desarrollar un nivel de flexibilidad que te ayude a hacer crecer y, en última instancia, a preparar a tu negocio para el futuro?