El uso de los robots conversacionales en la salud tiene beneficios tangibles en campos que van desde facilitar el primer contacto hasta el de brindar información sobre trámites hospitalarios. Los más potentes son los chatbots inteligentes, capaces de comprender las sutilezas del lenguaje natural.
Los robots más sencillos pueden automatizar tareas simples, como transmitir mensajes, y canalizar las peticiones de información hacia las personas correctas para atenderlas. Empero, suelen tener limitaciones, pues están diseñados para encauzar la comunicación con botones o respuestas verbales muy breves. Siguen un flujo preestablecido que no puede ser modificado por los usuarios.
Por otra parte, los chatbots inteligentes pueden atender tareas más complejas, pues son capaces de interpretar el lenguaje natural, lo cual les permite comprender mejor las necesidades de los usuarios. Entre otras soluciones de este tipo, en el mercado se encuentran Google Dialogflow e IBM Watson Assistant; lo malo es que son complicadas de configurar, pues requieren conocimientos técnicos y un proceso más o menos largo de entrenamiento para ser efectivos.
En el futuro los chatbots inteligentes podrán convertirse en el primer contacto para la atención primaria. Sólo en aquellos casos en que los algoritmos no puedan responder con seguridad a las preguntas y requerimientos de los pacientes, transferirán los casos a médicos humanos.
En el mercado ya existen chatbots inteligentes. Uno de ellos, por ejemplo, es Quince, de QliqSOFT. Equipado con inteligencia artificial y capaz de procesar el lenguaje natural, lo mismo ayuda a los pacientes a encontrar un médico y programar citas que se ocupa del monitoreo ambulatorio. Quincy alienta a los pacientes a compartir sin reparos su información de salud, lo cual facilita a los proveedores de servicios reducir costos al tiempo que mejora la calidad de la atención y aumenta la satisfacción del paciente.
Más chatbots inteligentes
Otro ejemplo es Youper’s A.I., enfocado en la salud emocional. Para ello, al conversar con los usuarios emplea técnicas psicológicas. También conduce sesiones de meditación personalizadas. De hecho, es capaz de detectar el estado de ánimo del usuario y emitir alertas.
Por su parte, la firma británica de servicios de salud Babylon Health ofrece un chatbot con inteligencia artificial para brindar consultas basadas en el historial médico de los pacientes. Para ello, los pacientes exponen oralmente sus síntomas y el robot los compara con una base de datos de enfermedades. Luego, brinda un curso de acción adecuado. En caso de que sea necesario, el chatbot orquesta una videoconsulta en vivo con un médico humano, que puede diagnosticar al paciente y prescribirle medicamentos mediante recetas electrónicas o bien, derivarlo a un especialista. Por ahora, el robot inteligente atiende a pacientes del Sistema Nacional de Salud (NHS) en Londres y Birmingham y ya se contempla extender su servicio a otras ciudades del Reino Unido.
Otro más entre los chatbots inteligentes enfocados a la salud es Buoy Health, desarrollado por el laboratorio de innovación de la universidad de Harvard. El equipo de médicos e informáticos responsable de su programación lo entrenaron con datos tomados de 18,000 artículos médicos, además de los proporcionados por cinco millones de pacientes. Capaz de diagnosticar alrededor de 1,700 enfermedades, el robot no sólo identifica la afección, sino que puede sugerir tratamientos e indicar a los pacientes los mejores pasos a seguir en caso de que se requiera una mayor intervención médica.
