La adopción de la computación en nube por las universidades va en aumento. Un informe de Markets and Markets estima que en el el sector educativo global, la computación en la nube tendrá un valor de 25,360 millones de dólares para 2021.

Si bien la tendencia de recurrir a la computación en nube es irreversible para las universidades, entre el personal de TIC aún existe cierta reticencia ante el temor de perder el control absoluto del software clave de la institución. Sin embargo, se pueden implementar estrategias para minimizar los riesgos al migrar a la nube.

Algunos pasos a considerar

● El primer paso es formar un equipo responsable de coordinar todo lo relacionado con la migración.

● Su primera tarea será delinear con claridad toda la arquitectura de las redes de la universidad, para tener auditado y claro cómo y con qué está conectada cada aplicación. Conviene mapear el flujo de información y optimizarlo con miras a la migración. Por supuesto, hay que considerar futuras necesidades, para evitar que el nuevo entorno se vuelva una limitante.

● Esto lleva a elaborar una lista de los puntos importantes del proceso (checklist) y verificar que se cumpla con ellos antes de realizar el cambio.

● Establecer con claridad la gobernanza de los datos, para determinar cómo serán gestionados y protegidos.

● Hay que definir cuáles personalizaciones serán necesarias para que software cubra las necesidades de la universidad. Evitar las modificaciones no esenciales reduce los costos y agiliza el proceso de cambio. Sólo vale la pena pagar y enfocarse en aquellas que agregan valor al negocio de la universidad.

● Es buena idea comenzar pruebas con algunos procesos aislados, para dar oportunidad de que se experimente hasta hallar los mejores parámetros para la migración.

● Al iniciar el proceso hay que asegurarse de que todos los usuarios, tanto estudiantes como empleados, reciben la información necesaria del proceso y comprenden la manera en que los beneficiará. Resolver sus dudas y entusiasmarlos hará más fácil la migración.

Computación en nube para las universidades: ¿cuál elegir?

Como toda tecnología, la computación en nube para las universidades ofrece ventajas y desventajas. Elegir la mejor opción puede ser complicado, sobre todo por la enorme flexibilidad que ofrece la computación en nube a las universidades. Esto viene de las diferentes clases de nubes: privada (el hardware y el software están dedicados sólo a la universidad), pública (los recursos son compartidos por múltiples usuarios) o mixta.

A ello se suma la variedad de servicios. Hay varios, pero los principales son 3:

Computación en nube y universidades: puntos al migrar

● Infraestructura como servicio (IaaS): el proveedor suministra todo el hardware (servidores, discos, redes, etc.) y el software que utilizará el cliente. El responsable de la seguridad y el mantenimiento es el proveedor. Se puede aumentar o disminuir el monto de los recursos contratados, a discreción del cliente.

● Plataforma como servicio (PaaS): el cliente contrata una plataforma preconfigurada con herramientas para desarrollar el software que utilizará. El proveedor se encarga de la administración de los recursos suministrados.

Software como servicio (SaaS): el cliente recibe todos los programas completamente configurados y listos para usarse. No tiene que ocuparse de ninguna tarea de administración, a cargo del proveedor.

El mejor proveedor

Por supuesto, seleccionar la mejor opción es crucial. Para ello, ayuda saber si un proveedor de servicios tiene cubiertos los siguientes puntos:

● Ofrecen planes para optimizar la transición a la nube y minimizar los problemas.

● Responden las dudas con claridad, sin enredarse en tecnicismos.

● Sus técnicos se mantienen actualizados.

● Tienen personal suficiente para suplir a quienes e se ausentan por cualquier causa.

● Qué tan rápido actúan para resolver los problemas técnicos.

● Tienen planes robustos para la recuperación de desastres.

● Entregan completa y en orden la documentación Especifican el inventario del hardware y el software contratados, las licencias, contraseñas y otra información crítica.

● Sus seguros tienen las coberturas suficientes y adecuadas para proteger a sus clientes.