El uso de sistemas de gestión de aprendizaje (Learning Management System, LMS) ha tenido un crecimiento acelerado en los últimos dos años. Primero, lo impulsó la mudanza a la enseñanza a distancia forzada por la pandemia. Luego, la persistencia del modelo de clases híbridas. Pero eso no es todo: los LMS son herramientas de aprendizaje de gran eficacia, muy adaptables ante la incesante tecnologización de la enseñanza. De hecho, ahora incorporan tecnologías que los convierten en soluciones que hacen mucho más que entregar y rastrear contenidos electrónicos.
Una de las características que vuelven tan útiles pedagógicamente a los LMS es la facilidad que brindan para el microaprendizaje. Éste puede definirse como la técnica de dividir cada lección en unidades pequeñas, que facilitan la comprensión y retención de los alumnos.
Al tratarse de apartados breves, los estudiantes pueden enfocarse con mayor facilidad en lograr con rapidez un objetivo: aprender lo expuesto. Esto se refuerza con el uso de videos y presentaciones animadas, lo cual fortalece la retención. Además, a diferencia de las clases online de antaño, más bien extensos, tienen tasas de finalización más elevadas, lo cual aumenta el aprovechamiento de los estudiantes.
Ludificación para aprender mejor
Lo anterior va ligado con otra tendencia que también va al alza: la ludificación (gamification) de la enseñanza. Es decir, propiciar que los alumnos se diviertan mientras aprenden al incorporar elementos lúdicos al proceso. Al introducir pequeños desafíos y otorgar recompensas —como insignias o monedas digitales— por superarlos, se aumenta la comprensión y retención de los conocimientos adquiridos. También se propicia la motivación y compromiso de los estudiantes para completar los cursos, espoleados por el deseo de superar los retos presentados.
Por supuesto, el uso de elementos multimedia en los LMS es uno de los aspectos que contribuyen a su eficacia. Es ahí que las realidades virtual y aumentada entran en juego. Al volver más inmersivos los contenidos que se muestran, facilitan la comprensión. Entre sus ventajas, se cuentan aumentar la atención y la interacción de los usuarios, los conceptos pueden exponerse de manera más clara y sencilla y pueden aplicarse a situaciones reales.
LMS y universidades dirigidas por datos
Adicionalmente, muchos LMS ya incorporan algoritmos de inteligencia artificial, machine learning y analítica de datos. Dichas herramientas permiten optimizar las tutorías en línea y personalizar la experiencia de los usuarios. Así, al adaptar los cursos y el ritmo de aprendizaje a las necesidades individuales de cada estudiante, mejora su aprovechamiento. Esto resulta relevante ahora que vivimos en una sociedad donde existe un incesante torrente de información.
Ahora bien, al vincular y facilitar el análisis de los datos generados en los diversos sistemas utilizados en las universidades, los LMS pueden generar reporte útiles para mejorar la gestión institucional. Al extraer y procesar los datos financieros y operativos, se pueden diseñar modelos estadísticos y predictivos para tomar decisiones estratégicas. Es decir, los LMS también contribuyen a transformar a las instituciones en universidades dirigidas por datos. Así, en vez de depender de las percepciones personales de los directivos, pueden utilizar métricas bien definidas para medir resultados y tomar decisiones a partir de su análisis.
