La forzada tecnologización de la enseñanza que impuso la pandemia de COVID-19 tendrá un impacto duradero. Si bien la gran mayoría de las universidades ya impartían materias y aun carreras en línea, en general esa modalidad no era la norma, sino la excepción. Luego de la precipitada mudanza que se debió efectuar en el segundo trimestre del año, tras subsanar las primeras carencias, pudo verse con mayor claridad el creciente valor de las TIC en la educación. En 2019, a escala global, el valor de las TIC en educación era de 76,400 millones de dólares. De acuerdo con un estudio realizado por la consultora indo-estadounidense Grand View Research, se prevé que crezca a razón de 18.1% anual entre 2020 y 2027.

Por supuesto, dentro de la tecnologización de la enseñanza hay tendencias. Entre las que más destacan se cuentan el aprendizaje inmersivo impulsado por las realidades virtual y aumentada, las aplicaciones de la tecnología móvil y el big data.

Realidades digitalizadas

Tecnologización de la enseñanza

El potencial educativo de las realidades virtual (RV) y aumentada (RA) es uno de los más vistosos en el panorama actual. La primera permite, por ejemplo, realizar visitas virtuales a sitios históricos, interactuar con maquinaria virtual o estudiar modelos anatómicos sin salir del salón.

Por su parte, la RA añade a la percepción que los usuarios tienen de su entorno inmediato otros objetos creados por computadora. Pueden ser desde imágenes planas hasta modelas en 3D, archivos de audio o video, información escrita o, en algunos casos, incluso de estímulos hápticos (táctiles) u olfativos. Además, resulta más sencilla de utilizar para los estudiantes. No requiere más allá de un dispositivo móvil para funcionar, a diferencia de la RV, que necesita el uso de visores y audífonos dedicados.

Otra manifestación de la tecnologización de la enseñanza es el uso de gemelos digitales. Empleados sobre todo en ingeniería, consiste en la creación de modelos virtuales de objetos o procesos que se emparejan con su contraparte real. Esto permite, por ejemplo, que los futuros ingenieros estudien virtualmente la manera en que trabaja, por decir, un motor, sin necesidad de tenerlo enfrente.

Una manifestación más de esta tendencia es el reciente resurgimiento de los mundos virtuales diseñados específicamente para la educación universitaria.

Big data e IA en la tecnologización de la enseñanza

Tecnologización de la enseñanza

El tratamiento del big data mediante analítica de datos, machine learning e inteligencia artificial permite a los maestros, por ejemplo, identificar con mayor facilidad a aquellos estudiantes que tienen problemas con alguna materia y buscar una solución individualizada. Inclusive, esta combinación de tecnologías puede arrojar datos útiles para predecir qué alumnos tienen un mayor riesgo de desertar, lo cual da oportunidad de tomar medidas para evitarlo.

Pero la analítica del big data no sólo sirve para resolver contratiempos; de hecho, todo el material puede ser personalizado para mejorar el aprovechamiento de los estudiantes y fortalecer su compromiso para concluir los cursos.

Aprendizaje móvil

Tecnologización de la enseñanza

Otra tendencia que se vio muy acelerada durante el confinamiento se refiere al uso de dispositivos móviles. Además de ir muy en línea con el estilo de vida de las nuevas generaciones, esta faceta de la tecnologización de la enseñanza permite a los estudiantes aprender literalmente en cualquier sitio, a condición de tener acceso a la Internet.

Por supuesto, el uso intensivo de dispositivos móviles incrementa las expectativas de los estudiantes, muy acostumbrados a la inmediatez y a tener literalmente todo a la mano en todo momento. Asimismo, representa una gran demanda de servicio para la infraestructura de las universidades, incluidos algunos riesgos de ciberseguridad.

A cambio, las instituciones educativas reciben una gran cantidad de información sobre los hábitos y preferencias de aprendizaje de los estudiantes. Ello les permite no sólo afinar su oferta, sino planificar a futuro a partir de proyecciones bastante acertadas de las necesidades y oportunidades por venir.