Usar el big data para logar un tránsito inteligente en las ciudades no es tan complicado. Todos los días, millones de personas alrededor del planeta utilizan con soltura diversas aplicaciones de mapas basados en el Sistema de Posicionamiento Global (GPS) para determinar desde de su teléfono celular cuál es el mejor camino para llegar a su destino. Tal número de desplazamientos genera un ingente big data no sólo sobre la ruta seguida y sus características inherentes (como el tiempo y la velocidad de desplazamiento), sino también sobre las incidencias encontradas en ella: embotellamientos, choques o calles cerradas, entre otras.

Una de las principales empresas en este mercado es la firma de origen israelí Waze, que en octubre de 2010 lanzó el Programa Ciudadanos Conectados (CCP, por sus siglas en inglés) para aliarse con los gobiernos e intercambiar con ellos información útil para mejorar el desplazamiento en las ciudades. El programa arrancó con 10 ciudades asociadas; hoy, más de 800 dependencias públicas, gobiernos estatales y urbanos en todo el mundo se han sumado a la iniciativa.

Asociación transparente

El modelo de la asociación es transparente: los gobiernos reciben conjuntos de datos basados en la información de tráfico recopilada por los usuarios de la aplicación, lo que permite a las autoridades ver casi en tiempo real (la información se actualiza cada dos minutos) lo que los ciudadanos se encuentran en los caminos, ya sea accidentes, baches, manifestaciones, bloqueos, semáforos descompuestos, etcétera. A cambio, la aplicación recibe de las autoridades la información que éstas recopilan sobre cierres de caminos, choques u otros obstáculos en ellos, lo que ayuda a los algoritmos de Waze recalcular las rutas de sus usuarios para brindarles una mejor experiencia.

Para proteger la información de los usuarios, Waze anonimiza los datos que entrega a las entidades, que por su parte están obligadas contractualmente a no hacerlos públicos jamás. La información no es accesible de manera pública y sólo fluye codificada por conexiones seguras en formatos especificados por Waze, que para simplificarles la tarea a sus asociados desarrolló herramientas basadas en web, como Traffic View Tool, la cual permite monitorear calles específicas, reportar incidentes y enviara alertas en tiempo real.

Big data y tránsito inteligente: Río de Janeiro

Entre las asociaciones de Waze destaca la que tiene con el gobierno de Rio de Janeiro, que meses antes de los Juegos Olímpicos de Verano de 2016 empezó a utilizar la información recopilada por la aplicación para preparar a la ciudad para el flujo masivo de turistas que esperaba: los reportes de tráfico lento y embotellamientos recurrentes ayudaron a determinar el trazo de 3 nuevas vías rápidas destinadas a mejorar el tiempo de recorrido de los vehículos relacionados con las olimpiadas. También creó una alerta específica de tráfico inusual y una API para actualizar de manera automática la información desplegada en el mapa de la ciudad, que fue enriquecido con la adición de más de 44,000 lugares de interés para los turistas. Uno de los resultados más palpables fue una reducción del tráfico matutino de entre el 24 y el 27%.

Otro beneficio adicional para Río de Janeiro derivado de su asociación con Waze consistió en solucionar las inundaciones que se presentaban cada año en la temporada de lluvias. Tras geocodificar la información reportada durante siete meses por las autoridades y los ciudadanos, una herramienta de analítica detectó 235 puntos recurrentes de inundación (43 graves), de los cuales 124 estaban en calles con tráfico abundante. Como resultado, el gobierno de la ciudad pudo reparar los puntos más problemáticos y no ha tenido inundaciones importantes en los últimos tres años.

San Francisco gestiona el flujo de turistas

En 2016 San Francisco aprovechó su asociación con Waze para aminorar el impacto en el tráfico causado por la llegada de más de un millón de turistas que asistieron a eventos relacionados con el 50° Super Bowl. Para lograrlo, Waze alertó a sus más de 600,000 usuarios del área metropolitana de la localización y duración de los cortes a la circulación. Ello evitó que se formaran congestionamientos inmanejables y agilizó el tráfico durante el evento en toda la ciudad.

Boston: big data para un tránsito inteligente

Con la información recopilada por los usuarios de Waze sobre embotellamientos, las autoridades de Boston identifican en tiempo real los cruceros más problemáticos y ajustan de manera continua las fases de los semáforos para mejorar el flujo de la circulación. Además, gracias a los reportes de autos detenidos en doble fila, dirige a un equipo de policías en bicicleta para que se acerquen a dichos vehículos y conminen a sus conductores a moverse. Como resultado, los cruceros más importantes han experimentado una reducción del 18% en el tráfico registrado.