La pandemia actual supone un severo desafío para los sistemas de salud pública de todo el orbe. Al principio no se sabía cómo lidiar con la diseminación del SARS-CoV-2. Conforme se estudió la enfermedad, quedó en claro que una buena respuesta digital ante la COVID-19 jugaría un papel esencial para controlar la propagación del coronavirus.
En días pasados, en un seminario virtual organizado por la Healthcare Information and Management Systems Society (HIMSS) además de abordar la estrategia digital de salud de Argentina, también se expusieron algunos ejemplos de la respuesta digital ante la COVID-19 de los servicios provinciales de salud de la nación sudamericana ante el coronavirus.
Integración de servicios
La directora general de sistemas de información en salud del Ministerio de Salud de la ciudad de Buenos Aires, Analia Baum (doctora especializada en informática), expuso los puntos principales de la estrategia digital de la capital del país.
Entre ellos destacó la informatización de los mecanismos de detección de la enfermedad, el registro de los datos recabados en las unidades febriles de urgencia (UFU, encargadas de atender a los pacientes sintomáticos) y del movimiento de medicamentos en las farmacias hospitalarias.
La funcionaria explicó que también se puso en funcionamiento un sistema de control de las pruebas rápidas aplicadas a los trabajadores esenciales de la urbe, que tiene un poco más de tres millones de habitantes. También se fortaleció el programa de teleconsultas —que ha atendido a más de 41,000 personas— y se impulsó el uso de las recetas digitales.
Para el mejor control de la pandemia, la ciudad implementó paneles digitales para el control de admisión en hospitales y morgues. También se logró la integración de los servicios de la ciudad con plataformas nacionales como el Sistema Integrado de Información Sanitaria Argentino (SISA).
Desafíos provinciales
A su vez, Santiago Pesci, director de información en salud del Ministerio de Salud de la provincia de Buenos Aires (con cerca de 16 millones de habitantes), expuso la respuesta digital ante la COVID-19 de las autoridades provinciales. Además de ocuparse en la atención de los enfermos, tomaron la pandemia como «una oportunidad para consolidar una agenda de salud digital» en su jurisdicción, administrativamente independiente de la capital homónima del país.
Sin embargo, aclaró que no se precipitaron en la implementación de dicha agenda digital. Dado que en la provincia hay una población sumamente heterogénea, se requiere una aplicación gradual de las soluciones: —Las necesidades sanitarias y tecnológicas del área metropolitana de Buenos Aires (que no forma parte de la capital en términos administrativos) son distintas a las del resto de la provincia —aseveró.
De acuerdo con Pesci, la COVID-19 puso en evidencia que el manejo de la pandemia requiere una coordinación integral del sistema de salud. En ese contexto, señaló la implementación de tableros digitales para monitorear la progresión del número de casos, la ocupación de camas en hospitales, las existencias de equipos de protección personal (EPP) y de insumos en los laboratorios, así como en la detección de las demarcaciones territoriales más castigadas por el virus.
Según señaló el funcionario, los sistemas de información les han permitido monitoreo eficaz de la pandemia. Para ello, crearon múltiples vías de comunicación y se afanaron en limitar el subregistro de casos, una limitación inherente a los sistemas de vigilancia convencionales.
Una respuesta digital ante la COVID-19 en entorno rural
Por su parte, la física Alicia Bañuelos, ministra de Ciencia y Tecnología de la provincia de San Luis (al centro-norte de Argentina), expuso que las autoridades provinciales reforzaron el uso de la historia clínica digital (o expediente clínico digital, ECE) y la expedición de rectas digitales: —Ambos se implementaron hace algunos años, en conjunto con el uso de la firma digital —señaló la funcionaria.
Para recabar datos, trabajadores de sanidad realizan visitas domiciliarias para determinar cuántas personas habitan en cada casa y las enfermedades que padecen: —Ello nos ayudó a prevenir el contagio de personas susceptibles —explicó Bañuelos.
Añadió que el gobierno de la provincia —con poco más de medio millón de habitantes, mayoritariamente rurales— desarrolló una aplicación de vigilancia epidemiológica con encuestas específicas dirigidas a detectar nuevos casos de COVID-19. Con las respuestas recabadas, el sistema permite realizar un triaje para dar seguimiento a distancia a los enfermos. El esfuerzo ha rendido frutos, a decir de la física: —Hasta ahora, no ha habido brotes de contagio comunitario en la provincia. Tampoco ha habido muertes por el virus en la provincia —afirmó la funcionaria, satisfecha con la respuesta digital ante la COVID-19 de su gobierno.