El expediente clínico electrónico (ECE) comenzó a usarse en México a finales de 2016. Ese año, la Secretaría de Salud de la Ciudad de México implementó el Sistema de Administración Médica e Información Hospitalaria (SAMIH). En los primeros ocho meses se atendió con él a casi dos millones de pacientes; hoy la adopción de esta tecnología (también conocida como EHR por las siglas de Electronic Health Record) se encuentra en México por debajo de la media en América Latina.

El ECE se asemeja a un Registro Médico Electrónico o EMR (Electronic Medical Record), el cual contiene información general del paciente, sus padecimientos, indicaciones e historia médica, aunque recolectados individualmente por un médico y disponibles en una sola ubicación geográfica. Por el contrario, un ECE es parte de un sistema que permite el acceso a la información desde diversas ubicaciones geográficas —ya sean hospitales o clínicas—, posibilita dar seguimiento a todo el ciclo del paciente y hace que cualquier responsable del tratamiento pueda trabajar coordinadamente con otros especialistas, sin importar dónde sea atendido el paciente.

De acuerdo con un estudio de Global Health Intelligence (GHI), el 40% de los hospitales en Latinoamérica contaban con una solución de EMR en 2017 y la tasa de adopción en instalaciones primarias y secundarias de nuestro país oscilaba entre 25 y 50%. Según Statista, el porcentaje de adopción de este tipo de tecnología en nuestro país es del 32%. Sin embargo, la implementación de un EMR es sólo un primer paso que no logra el alcance de un ECE.

Beneficios de un expediente clínico electrónico

  • Mejores cuidados de la salud al brindar acceso inmediato a información veraz, completa y actualizada acerca del paciente. La información puede ser compartida de manera coordinada con otros médicos e instituciones. Esto permite mejores diagnósticos y reducir errores.
  • Un mejor diagnostico resulta en una provisión más certera de medicamentos
  • Mayores productividad y eficiencia de los equipos médicos y de enfermería, al liberarlos de una parte importante de trabajo administrativo.
  • Reducción de costos al contar con una población mejor atendida con menor papeleo.
  • Mejor manejo de los datos de pacientes.

Cómo elegir la mejor solución de ECE

  • Definir los requerimientos, incluida la retroalimentación del personal que interactuará con el sistema, para asegurar que se entienden sus necesidades.
  • Contemplar el costo total de propiedad (TCO), incluidos los costos directos e indirectos como el tiempo que tomará la implementación, el periodo de ajuste del nuevo sistema (en el que podría bajar la productividad) y el entrenamiento del personal.
  • La seguridad es un aspecto fundamental, sobre todo al considerar los requerimientos de privacidad de datos.
  • Analizar la facilidad de uso, dado que estos sistemas serán utilizados por todo el personal que interactúa con el paciente, desde el equipo médico hasta el administrativo y de almacén.
  • Aunque no es forzoso, una solución en la nube puede reducir los costos de adquisición de hardware y su mantenimiento.
  • Es importante tener presente la rapidez en la implementación y la integración con otros sistemas.
  • Evaluar si el proveedor brinda capacitación al personal.
  • Aún los sistemas más intuitivos requieren un periodo de adaptación. Por ello, el soporte post-venta es un elemento importante a evaluar.
  • Solicitar casos de éxito de implementación y demostraciones a los proveedores. Asimismo, revisar otras implementaciones de sistemas similares y buscar recomendaciones y puntos de vista externos.
  • Finalmente, desarrollar un sistema de calificación por puntos que tome en cuenta los requerimientos desarrollados en conjunto con los stakeholders.