A lo largo de la pandemia de COVID-19, el uso de la telemedicina en México permitió cruzar las fronteras del confinamiento y salvar vidas. Miles de pacientes fueron atendidos a través de plataformas para videoconferencias. Ahora, el 53% de la población cree que es necesario implementarlas en el sector salud. El 63% opina que pueden solucionar los problemas de cobertura.

La telemedicina en México continuará en uso tras la pandemia, según muestra el estudio Telemedicina: desafíos y alternativas de la práctica médica, elaborado por el Centro de Opinión Pública (COP) y la Dirección de Ciencias de la Salud de la Universidad Tecnológica de México (UNITEC). Consistió en un panel online en el que se entrevistó a 736 personas (metodología al calce).

El estudio se hizo público durante la presentación de la licenciatura en medicina de dicha universidad. Entre otros hallazgos, muestra que para el 58% de los mexicanos resultó difícil recibir atención médica durante el periodo más crítico de la pandemia. Para el 44% de ese grupo, la causa fue que los servicios de salud sólo atendían a pacientes infectados con el SARS-CoV-2. Para otro 34%, la dificultad fue el miedo a contagiarse.

Entre quienes optaron por las teleconsultas (telefónicas o por videoconferencia), el 55% sólo quiso aclarar dudas. Otro 18% buscó consultas generales y un 22% más hizo ambas cosas. Del total de los pacientes atendidos a distancia, el 39% de los pacientes fue recetado, el 29% recibió seguimiento y el 17% diagnóstico. En el caso de otro 16% se revisaron estudios y análisis y un 6% fue canalizado con un especialista.

Alternativa para reducir costos

Telemedicina en México: cifras tras la pandemia

El estudio revela que el 84% de los pacientes piensa que será cada vez más común el uso de la telemedicina en México. El 56% considera probable que ya no sea necesario acudir físicamente con un médico para diagnosticar una enfermedad. Por su parte, el 79% está de acuerdo con que las herramientas tecnológicas permiten hacer consultas médicas desde cualquier lugar.

Más allá de lo sucedido en la pandemia, a juicio de los entrevistados, es muy importante que los médicos utilicen nuevas tecnologías para efectuar un diagnóstico (69%) e indicar un tratamiento (67%). En general, el 75% de los pacientes ha escuchado de profesionales de la salud que prestan sus servicios de salud a distancia. El 74% también considera que se debe impulsar el uso de la telemedicina en México. El 63% percibe que los mexicanos estarían interesados en recurrir a esta alternativa. El mismo porcentaje está de acuerdo en que la telemedicina solucionaría problemas de cobertura de salud. Sin embargo, únicamente el 32% piensa que la población mexicana cuenta con recursos tecnológicos para acceder al servicio.

Entre los entrevistados, el 73% concuerda que la telemedicina es una alternativa que puede reducir los costos de hospitales y clínicas. El 89% está de acuerdo en que ahorra tiempo al paciente. El 80% piensa que es práctico para los médicos. El 70% opina que ahorra dinero al paciente y el mismo porcentaje considera que será más accesible el costo de las consultas. El 53% considera que el servicio de telemedicina en México hace más falta en el sector público y el 5% en el privado. El 42% indica que se necesita en ambos.

Aspectos importantes de la telemedicina en México

Entre los aspectos más importantes, el 98% de los entrevistados incluye que el personal médico dedique suficiente tiempo a la atención del paciente. El 90% añade el contar con disponibilidad de especialistas. El 95% piensa que debe haber más horarios para la consulta y que debe ser posible conseguir una cita en corto tiempo. Adicionalmente, el 96% subraya la importancia de la confidencialidad médico-paciente y la necesidad de que se difundan los avisos de privacidad. El 95% hace énfasis en la seguridad de los datos en línea.

Telemedicina en México: cifras tras la pandemia

Sobre la calidad, el 54% está de acuerdo que la atención por teleconsultas es tan buena como la presencial. El 48% piensa que los servicios médicos a distancia pueden ser igual de efectivos que si fueran en persona. Otro 10% los considera más efectivos, aunque casi una cuarta parte (23%) los piensa menos efectivos. Sobre la relación médico paciente, el 44% señala que será tan cercana como si fuera en persona. El 9% la percibe más cercana. Otro 24% la siente tan distante como lo es en persona y 23% incluso más distante.

La disposición de consultar a un médico mediante una videollamada u otros medios remotos puede incrementarse o decrecer en función de la situación. Por ejemplo, un mayor porcentaje consideraría buscar un servicio de telemedicina para dar seguimiento a una consulta (88%). Por su parte, un 84% piensa que es eficaz ante un padecimiento leve, una consulta psicológica o recurrir a un médico que está en un sitio lejano. Pero esa disposición disminuye a un 62% ante una emergencia o en un caso de atención pediátrica.

Dispositivos terminales para cuidar la salud

En el panel no sólo se indagó sobre la percepción de los usuarios sobre la telemedicina en México. También se ahondó sobre algunos usos de los dispositivos terminales en el cuidado de la salud. Se encontró que, entre los participantes en la encuesta, el 44% usa su teléfono celular para medir la actividad física o el ejercicio. El 40% lo emplea para medir las horas de sueño o contabilizar las calorías ingeridas. El 27% lo utiliza para monitorear su frecuencia cardíaca.

La presentación del estudio la hizo el doctor Alejandro Porras Bojalil, director de ciencias de la salud de la UNITEC. Lo acompañó el ingeniero Adrián Pacheco, director de telesalud y encargado del despacho de la dirección general del CENETEC de la secretaría de Salud. También estuvieron la doctora Indiana Torres Escobar, directora de la Facultad de Medicina de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP), y Adriana Rico Villanueva, coordinadora e investigadora del COP.

Metodología: Encuesta realizada entre el 9 y 26 de septiembre de 2021 a 736 personas integrantes de un panel online diseñado por el COP de la UNITEC. La conformación del panel tomó en cuenta características sociodemográficas de la población mexicana como edad, sexo, nivel socioeconómico, entidad de domicilio y ocupación.