Si bien durante la pandemia la educación se ha impartido en modalidad virtual, tarde o temprano se dará el retorno a los campus. Será entonces cuando podrá aprovecharse de lleno el potencial de la Internet de las Cosas o IoT en universidades. Cualquier cosa conectada a la Internetpuede convertirse en fuente de datos para la IoT, ya sea que se trate de dispositivos completamente automatizados o bien, operados por algún usuario, como una computadora o un teléfono inteligente. Se calcula que hacia 2025 habrá más de 75,000 millones de dispositivos conectados.

El uso de la IoT en universidades —como en cualquier otro ámbito— permite mejorar de manera significativa la experiencia de los usuarios, gracias a su combinación con la inteligencia artificial y la analítica de datos en gran escala (big data). Los estudiantes, profesores y empleados en los campus pueden recibir servicios de manera más ágil y cómoda. En los beneficios que pueden lograrse con el uso de la Internet de las Cosas en los campus se cuentan:

●Agilizar los procesos de solicitud y seguimiento de becas.

●Facilitar el trabajo en servicios escolares.

●Reducir tiempos de espera en toda clase de trámites.

●Aminorar el número de errores humanos.

●Automatizar los flujos de trabajo en todos los departamentos universitarios.

●Optimizar el uso y administración de recursos.

Aplicaciones potenciales de la IoT en universidades

IoT en universidades

Un ejemplo del uso de la IoT en universidades para el mantenimiento de las instalaciones es el monitoreo mediante sensores remotos. Ya sean pasivos —como los basados en etiquetas RFID— o activos, pueden controlar el desplazamiento de recursos materiales y su estado dentro de los campus. Lo mismo se pueden vigilar de manera automatizada aparatos en los laboratorios que equipos de proyección de video, por ejemplo.

Sin embargo, las aplicaciones potenciales de la IoT en universidades incluyen otras actividades que, sin ser académicas, forman parte de la vida escolar. Un ejemplo de ello es la gestión del estacionamiento. Mediante sensores ligados a una aplicación móvil es posible que un estudiante o profesor puedan saber, apenas llegan a la universidad, dónde hay cajones libres en vez de dar vueltas y vueltas dentro del estacionamiento en busca de un lugar donde dejar el auto. Algo similar puede implementarse para informar de la disponibilidad de laboratorios, equipos o salones.

En la Universidad Carnegie Mellon se desarrollaron y pusieron en uso dos aplicaciones basadas en la Internet de las Cosas. Una de ellas es Snap2it, que permite a los usuarios conectar sus dispositivos a una impresora o proyector con tan sólo tomarles una foto con el teléfono. La otra es Impromptu, que a su vez invoca de manera automática apps compartidas, como las requeridas para hacer compras cuando los estudiantes ingresan a las tiendas en el campus, o revisar los itinerarios de autobuses cuando se aproximan a una parada.

Políticas claras para la IoT

IoT en universidades

El proceso de aprendizaje también puede ser fortalecido con el uso de la IoT en universidades. Muestra de ello es el uso de clickers en la misma Carnegie Mellon. Se trata de dispositivos, ya se físicos o virtuales en tabletas y teléfonos inteligentes, empleados para que los estudiantes respondan con un solo clic preguntas hechas por el profesor durante la clase. Los alumnos ven en la pantalla botones con diversas opciones a elegir. Las respuestas son recolectadas, analizadas y presentadas al docente de manera automática. Así, este puede identificar al momento si los estudiantes comprenden de manera adecuada el tema expuesto (se puede identificar las respuestas individuales) y actuar para subsanar las dudas.

Preparar un despliegue sólido de la IoT en universidades requiere tomar en cuenta algunos puntos. Entre otros, establecer políticas claras para definir quiénes pueden conectar dispositivos a las redes universitarias, qué tipo de dispositivos están permitidos, de qué maneras pueden usarse, cuáles sitios web o servicios en la nube serán usados en conjunto con los sistemas del campus y cómo se gestionarán, analizarán y almacenarán los datos recolectados.

Por supuesto, puede ser necesario aumentar los puntos de acceso a la red en todo el campus, así como el incremento del ancho de banda disponible, así como la configuración e interconexión de las redes. El incremento en el número de dispositivos y el mayor tráfico en la red también supone desafíos a la ciberseguridad que deben ser atendidos adecuadamente mediante monitoreo y el uso de tecnologías como Sistemas para la Detección de Intrusos (IPS) o redes privadas virtuales (VPN).