El aprendizaje en línea tiene grandes ventajas, sobre todo en cuanto a la flexibilidad de acceso para los estudiantes. Sin embargo, también tiene contratiempos, como altas tasas de deserción y bajas tasas de finalización de cursos. ¿La causa? No todos los usuarios encuentran estimulante este modelo, ya sea porque les parece poco propicio al compromiso o bien, extrañan la interacción cara a cara con otros. Una posible solución a este problema es recurrir a estrategias de ludificación de la enseñanza, también llamada gamificación (del inglés gamification).

La ludificación consiste en incorporar elementos de juego en actividades que normalmente no los tendrían. Esta estrategia ha ganado fuerza como mecanismo para mejorar la motivación y los resultados del aprendizaje en línea. Algunas investigaciones muestran que las actividades lúdicas no sólo fomentan el aprendizaje sin menoscabar el rendimiento académico.

De hecho, se ha encontrado que permiten desarrollar habilidades profesionales relevantes para el entorno laboral altamente tecnologizado de hoy. Entre otras, permiten motivar el trabajo orientado a metas mientras se promueve la competencia, el trabajo en equipo efectivo y la comunicación.

Ahora bien, aunque la ludificación puede ser muy efectiva para mejorar el aprendizaje, no todos la aprovechan de la misma manera. Es por ello que determinar el diseño correcto de las actividades de jugo es un desafío para los profesionales de la enseñanza.

Autonomía y ludificación

ludificación

Dado que la ludificación recurre a simulaciones donde los estudiantes pueden poner a prueba las habilidades recién adquiridas se complementa muy bien con otro enfoque pedagógico: la educación basada en competencias (EBC). Al igual que la ludificación, la EBC se adapta muy bien al formato en línea. Se debe a que pone a los estudiantes en situaciones en las que deben ser proactivos. Es decir, fomenta su autonomía y participación, lo cual a su vez promueve la creatividad y el desarrollo de nuevas competencias.

Así, las actividades lúdicas pueden ser diseñadas para que los estudiantes pongan en juego y demuestren su dominio de habilidades recién adquiridas o bien, su dominio en una materia dada. En otras palabras, la EBC permite que los alumnos muestren lo que saben y apliquen los conceptos estudiados para evaluar su aprendizaje.

El formato CBE permite que los estudiantes progresen en sus estudios al facilitar que demuestren sus conocimientos adquiridos previamente, ya sea por experiencia de vida o bien, por cursos tomados con anterioridad. En pocas palabras, los estudiantes pueden demostrar lo que saben, cuando lo saben. Y si esto se realiza en un entorno ludificado, resulta estimulante no sólo al momento, sino que mejora la retención a largo plazo de lo aprendido.