La implementación del modelo virtual forzado, que luego cambió a híbrido, enfrentó a profesores y alumnos a retos para los cuales no estaban preparados. Una de las consecuencias es la facilidad con que los estudiantes toman atajos en su aprendizaje con herramientas disponibles para cualquiera en la Internet. A la búsqueda de caminos para aprovechar dicha tecnología en nuevas oportunidades se llevó a cabo el seminario en línea Turnitin Summit Américas 2022.

En el encuentro participaron académicos y expertos de instituciones como las universidades de Cornell, California, Monterrey, Santa Fe (Argentina) y la Edtech Turnitin. Los videos de las ponencias podrán consultarse próximamente en el sitio web de la organizadora.

En el encuentro se habló sobre posibles maneras de garantizar la enseñanza de calidad y fortalecer la comunicación entre instituciones, maestros y alumnos. Entre los propósitos buscados se encuentra el potenciar valores como la responsabilidad, la integridad y la ética, sobre todo en entornos virtuales.

La tecnología se ha convertido en un gran aliado para las instituciones, maestros y estudiantes. Sin embargo, como comenta María Belén Correa, directora para Latinoamérica de Turnitin, «el desarrollo tecnológico no sólo avanza de manera positiva para resolver problemas. A medida que se implementan soluciones innovadoras, también se crean formas innovadoras de evadirlas o darles un uso inapropiado».

«Es muy importante para el proceso de enseñanza aprendizaje fomentar instancias de retroalimentación formativa. Mejorar los canales de comunicación y darse el tiempo necesario para orientar a los estudiantes es clave para evitar malas conductas académicas. El problema es que muchas veces los académicos no tienen tiempo para dar esta retroalimentación de calidad», comenta Correa.

Recursos para la retroalimentación

Pero ¿qué pueden hacer los profesores y las instituciones para impulsar la retroalimentación formativa? La especialista de Turnitin recomienda:

Establecer más de un canal de comunicación: «El profesor puede sentir el pulso de las fortalezas y debilidades de los grupos y guiar de mejor manera el camino del estudiante. Fomentar la comunicación a través de las vías que más acomodan a los alumnos puede fortalecer la confianza y el sentirse escuchado», afirma la directora regional de Turnitin.

Transformar la evaluación en una instancia de aprendizaje: La evaluación no tiene por qué ser un momento de estrés, ni para profesores ni para estudiantes. Al contrario, es una instancia formativa con el enfoque centrado en el estudiante. «Cuando los estudiantes se sienten vistos en el camino de aprendizaje, tienen más confianza para preguntarle al profesor antes de la entrega final. Además, siempre es mejor realizar evaluaciones breves y en distintos formatos en lugar de una gran evaluación final», agrega Correa.

Implementar un código de ética para el curso o la institución: Es clave para dejar en claro qué está permitido y qué no y cuáles son las consecuencias de cada acto. Así, reafirma el compromiso de los estudiantes se y evitan malas prácticas.

Herramientas tecnológicas de Turnitin

Turnitin busca aprovechar mejor la tecnología

Retroalimentación y más retroalimentación: Generar ciclos de retroalimentación constante puede ayudar a mejorar los resultados de los estudiantes. «Es sabido que con todo lo que tienen que hacer los profesores es poco probable que tengan tiempo ilimitado para retroalimentar. Sin embargo, existe software, como Feedback Studio, que permite generar comentarios de forma fácil, personalizada y automatizada», comenta Correa.

Tecnología para facilitar los procesos: Todo lo que envuelve a la educación implica tiempo. Tiempo de revisión, tiempo para calificar, tiempo para retroalimentación, para comunicar y analizar. Sin embargo, tecnología como Gradescope disminuye hasta en 50% el tiempo necesario para calificar. Lo consigue gracias al uso de inteligencia artificial.

Otro ejemplo es Draft Coach, que permite a los estudiantes revisar sus trabajos, marcar similitudes de texto y faltas gramaticales u ortográficas antes de entregarlos. «La tecnología es una gran aliada para disminuir el estrés y mejorar el proceso de enseñanza aprendizaje. Se deben combatir las malas prácticas con innovación formativa», aclara Correa.