La atención médica moderna se apoya cada vez más en las TIC. Ello implica establecer comunicaciones entre múltiples servidores y bases de datos. Una buena manera de lograrlo es mediante interfaces de programación de aplicaciones, conocidas como API por sus siglas en inglés (Application Programming Interface). Las API en la atención médica facilitan a los proveedores interactuar y conectarse con los pacientes a través de aplicaciones web, móviles y sociales. Además, las empresas pueden ofrecer a sus empleados y socios herramientas para brindar mejor atención a los pacientes.
Una de las complicaciones del uso de las TIC en la industria de la salud es la heterogeneidad de tecnologías, sistemas, aplicaciones y procesos empleados. Además, los sistemas heredados pierden eficiencia con el tiempo, pues no siempre son interoperables con las tecnologías más nuevas. Por ello es importante usar API en la atención médica: propician la integración de dichos sistemas para que funcionen juntos.
Al permitir una comunicación estandarizada y estable entre bases de datos, las API en la atención médica facilitan la escalabilidad de los sistemas. También abren la puerta para reforzar su seguridad y monitoreo. Por ello, reducen los costos de mantenimiento y aceleran la solución de problemas.
Seguridad y rapidez, virtud de las API en la atención médica
Son numerosas las ventajas de emplear las API en la atención médica. Lo mismo agilizan el acceso a los expedientes clínicos electrónicos (ECE) que interconectan aplicaciones dedicadas a la gestión de consultas, la comunicación y el diagnóstico. Un ejemplo destacado de las API en la atención médica lo constituyen las que cumplen con el estándar Fast Healthcare Interoperability Resources, (FHIR). Dicho estándar especifica requisitos determinados para compartir de manera segura la información de los ECE. Para el intercambio de datos se utilizan el protocolo HTTPS y los formatos JSON y XML.
FHIR determina que los datos médicos deben almacenarse en conjuntos independientes, siempre del mismo tamaño y estructura. Cada uno contiene un identificador único y una pequeña porción del ECE (como el resultado de ciertos análisis de laboratorio o una receta electrónica). Las API basadas en FHIR recuperan únicamente los recursos estrictamente necesarios para la consulta realizada. Eso agiliza la interoperabilidad y robustece la ciberseguridad.
Entre los principales beneficios que brindan a la industria las API en la atención médica pueden contarse los siguientes:
●Velocidad: Desarrollar nuevas aplicaciones es más rápido si las API existentes facilitan la interoperabilidad y son reutilizables.
●Eficiencia: Los intercambios de datos entre diferentes bases de datos pueden hacerse de manera estandarizada.
●Ciberseguridad: Se reduce el riesgo al limitar el acceso a los datos a los estrictamente necesarios y de acuerdo con protocolos bien establecidos.
●Accesibilidad: Permite la consulta inmediata de los datos desde aplicaciones móviles, web y en la nube.