Cualquier innovación que surja en 2025, ya sea un tratamiento médico innovador o la inteligencia artificial (IA) altamente avanzada, se construirá sobre una base tecnológica impulsada por datos. Datos que deben almacenarse, gestionarse y hacerse accesibles en el centro de datos, en la nube o en el borde. ¿Es exagerado decir que el futuro de la humanidad depende de gestionar los datos y su buen almacenamiento? No lo parece así.

La capacidad de mantenerse al día con los avances en el almacenamiento y gestión de datos será un diferenciador competitivo en este valiente nuevo mundo. A continuación, un vistazo a algunas tendencias a seguir de cerca durante 2025.

Los modelos avanzados de IA impulsarán el crecimiento del almacenamiento. No es ningún secreto que la generación y el consumo de datos se están disparando. Al mismo tiempo, las organizaciones se enfrentan a la presión de obtener valor rápidamente de ellos. Las empresas que buscan invertir en tecnologías avanzadas de IA deberán analizar más de cerca cómo crean, gestionan y acceden a dichos datos.

La eficiencia con mayor rendimiento, menor consumo de energía y mayor capacidad a escala serán factores clave para la manera de gestionar los datos. El propósito es que el almacenamiento de datos se convierta en una tecnología habilitadora para futuras etapas críticas.

Serán cruciales nuevas arquitecturas como NVMe over Fabrics (NVMe-oF). Esto es porque habilitan las arquitecturas directas de las unidades de procesamiento de gráficos (GPU); los avances en los discos duros (HDD) de alta capacidad, y las unidades de estados sólido (SSD) con celda de cuatro niveles (QLC). Todas ellas continuarán impulsando la optimización del almacenamiento, asegurando que las organizaciones obtengan el máximo valor de sus aplicaciones de IA.

Sostenibilidad al almacenar y gestionar los datos

Enfoque continuo en iniciativas de almacenamiento de datos sostenibles. Hay una búsqueda constante de formas para optimizar el almacenamiento al gestionar los datos. Se busca hacerla de manera más eficiente y más efectiva mientras se reduce el costo total de propiedad (TCO). Esto incluye invertir en tecnologías de almacenamiento con uso eficiente de energía, como los HDD y SSD más nuevos. Tales dispositivos consumen menos energía por TB y reducen los costos energéticos y de refrigeración. También abarca buenas prácticas al gestionar los datos como la deduplicación, un proceso que elimina datos redundantes o repetitivos. O la compresión, que pueda ayudar a optimizar los datos en el nivel de almacenamiento adecuado.

Los casos de uso en evolución impulsarán aún más las soluciones de almacenamiento híbridas y diversificadas. Las necesidades de almacenamiento de hoy en día están transformando la forma en que los clientes empresariales abordan el almacenamiento al gestionar los datos.

Las soluciones de almacenamiento de alta capacidad enfatizan la retención de datos rentables a gran escala. Por su parte, el almacenamiento optimizado se centra en la velocidad y baja latencia para aplicaciones críticas del rendimiento y sensibles al tiempo.

Muchas organizaciones, como las de atención sanitaria, requieren ambas capacidades. En este panorama que cambia rápidamente, las soluciones deben adaptarse a casos de uso específicos para garantizar rendimiento y eficiencia óptimos.

Nadie sabe lo que realmente traerá el 2025. Pero un almacenamiento de datos más eficiente potenciará la innovación. Esto es, proporcionará la columna vertebral de la tecnología para crear, administrar, acceder y procesar los datos que conducirán a avances asombrosos.