Los servicios de salud en todo el mundo se vieron trastocados por la pandemia de COVID-19, que los obligó a adaptarse a una “nueva normalidad” cuyo fin aún no se avizora con certeza. Los países más exitosos en el control de la pandemia implementaron sistemas para el rastreo de los pacientes. El objetivo fue cortar las cadenas de contagio y frenar la propagación del virus. Además, hubo que reacondicionar hospitales para atender a los infectados por el SARS-CoV-2. Para ello, fue necesario dotarlos con equipo tanto para tratar a los enfermos como para proteger al personal. Finalmente, hubo que ajustar el funcionamiento cotidiano de los hospitales en la “nueva normalidad”.
Las TIC han sido clave en este esfuerzo. Además de poner en marcha las apps de rastreo, se hizo evidente la conveniencia de acelerar la transformación digital del cuidado de la salud. Ello implicó que las instituciones debieran responder a varias condiciones:
●Adoptar un mayor ancho de banda.
●Habilitación de accesos a la Internet con buena capacidad para médicos, hospitales y aquellos pacientes con dispositivos conectados a la IoMT (Internet of Medical Things).
●Licencias de herramientas de colaboración para agilizar el procesamiento de datos.
Pero eso no es todo: se requerirán de más herramientas digitales para garantizar el correcto funcionamiento de los hospitales en la “nueva normalidad”.
Soluciones combinadas
Entre las alternativas para esta “nueva normalidad” se encuentra la recién presentada plataforma Alestra IoT. La plataforma integra soluciones basadas en la Internet de las Cosas (IoT), inteligencia artificial (IA) y dispositivos diversos como cámaras térmicas, controles biométricos de acceso y pantallas electrónicas.
De acuerdo con Gabriel Muñoz, director de estrategia de producto de la firma, la plataforma es ideal para organizaciones públicas y empresas de cualquier mercado. Esto incluye, por supuesto, clínicas y hospitales.
Se trata de una plataforma digital de diseño modular. Es decir, puede ser configurada a la medida para satisfacer las necesidades de cualquier negocio, como si fueran bloques para armar que cada institución ensambla de acuerdo con sus especificaciones.
Dicha modularidad permite adoptar un modelo de trabajo digital seguro para que puedan operar los hospitales en la “nueva normalidad”. Para lograrlo, la flexibilidad de la plataforma es esencial ante los desafíos que presenta la reapertura en el contexto actual, en el que la pandemia aún no ha sido completamente controlada. Sobre todo porque esas condiciones, muy probablemente, se extenderán durante meses.
Las soluciones son gestionadas a través de un tablero integral de monitoreo, el cual permite monitorear instalaciones, vehículos o flujo de personas, así como a identificar patrones de movimiento o comportamiento inusuales.
Los hospitales en la “nueva normalidad”: realidad ineludible
Entre las funciones de sus módulos, la plataforma ofrece la capacidad de monitorear de manera automática la temperatura de cada persona, para detectar a quienes padecen fiebre. También, mediante el uso de cámaras o una combinación de sensores y pulseras, sus aplicaciones de IA pueden monitorear el desplazamiento de las personas en las instalaciones hospitalarias. Así, se detecta de manera automática si las personas guardan la debida distancia o si utilizan adecuadamente el equipo de protección personal. De igual manera, se puede controlar el número de personas en una fila o en un espacio cualquiera, para prevenir aglomeraciones.
También pueden controlar y registrar automáticamente el acceso de las personas de manera remota a diferentes partes de los hospitales. La plataforma tiene una opción que permite hacerlo sin que las personas deban tocar —como antes— un teclado o un lector de huellas digitales: se puede utilizar reconocimiento facial o bien, lectores sin contacto de la palma de la mano. En suma, elementos que antes parecían más distantes y que ahora serán cotidianos en la manera en que funcionarán los hospitales en la “nueva normalidad”.