La interoperabilidad traerá grandes beneficios a los pacientes. Conforme avanza la implementación de nuevas redes y dispositivos TIC en el campo de la salud, aumenta de manera exponencial la cantidad de datos recopilados y almacenados. Este gran repertorio de información, bien utilizado, puede convertirse en fuente invaluable para las nuevas herramientas informáticas. Destaca la inteligencia artificial potenciada con algoritmos de NLP y machine learning, por mencionar algunas aplicaciones.
Hoy, no todos los sistemas en uso en el sector salud están interconectados, ni siquiera en los países más desarrollados. Además, aunque lo estuvieran, no todos serían capaces de comunicarse entre sí adecuadamente. Sin embargo, aunque los desafíos son grandes, ya se dan pasos para afrontarlos. Inclusive, gigantes de TIC como Amazon, Google, IBM, Oracle y Microsoft anunciaron recientemente su disposición para propiciar la creación de API y protocolos compatibles con este fin.
Lograr la interoperabilidad (y brindar sus beneficios a los pacientes) es un objetivo a largo plazo. Sin embargo, desde ahora es posible divisar algunas de las ventajas que traerá consigo.
Interoperabilidad: beneficios directos para los pacientes
Menos errores médicos. Conforme se robustezca la posibilidad de contar con acceso en tiempo real a expedientes clínicos electrónicos (ECE) será más fácil evitar errores médicos. En la actualidad, si un paciente acude a atenderse en un hospital o con un médico diferente, es necesario registrar de nuevo su información personal y su historial clínico. Las principales desventajas de esta situación radican en la posibilidad de que haya equivocaciones o imprecisiones al capturarlos. La imposibilidad de acceder a diagnósticos y tratamientos anteriores también es un inconveniente que disminuye la seguridad de los enfermos.
Protección de los datos clínicos. La actual diseminación de datos en múltiples plataformas (electrónicas y tradicionales por igual) puede facilitar que haya fugas de información. Resguardar los datos vertidos en los ECE se facilitará con la interoperabilidad al estandarizar los criterios y requisitos de seguridad para acceder a ellos.
Mejor experiencia del paciente. Reducir el tiempo necesario para brindar atención y abatir la posibilidad de errores mejorará de manera sustancial la experiencia de los enfermos. En la actualidad, éstos se ven obligados a proporcionar de manera repetida su información médica a los distintos profesionales que los atienden. La interoperabilidad permitirá reducir este problema al mínimo, entre otros beneficios para los pacientes.
Mayor eficiencia, mejor salud pública
Reducción de costos y mayor eficiencia. El acceso ágil y completo a la información de los pacientes permitirá a los médicos y enfermeras atenderlos con mayor eficiencia, lo que se traducirá en ahorros de tiempo y recursos que podrán canalizarse a la atención de calidad de un mayor número de enfermos.
Estrategias de salud pública mejoradas. La enorme masa de big data creada al interconectar los servicios de salud (públicos y privados) permitirá a los investigadores detectar con oportunidad posibles tendencias y amenazas a la salud de la población. Un ejemplo de ello es la intervención temprana para atajar posibles epidemias.