Estamos en el principio de algo emocionante, tentador y, a veces, abrumador. Es inevitable que transforme a empresas de todos los sectores, incluida salud. Sin embargo, la explosión de la inteligencia artificial (IA) podría cegar a las organizaciones y crear problemas de ciberseguridad.
Durante más de una década la IA ha impulsado importantes aumentos en la productividad. Ahora bien, en los últimos 18 meses se ha producido una importante aceleración de la tecnología debido a la creciente adopción de la IA generativa (GenAI). Un estudio de McKinsey estimaba que, a finales de 2023, una cuarta parte de los ejecutivos de alto nivel de todo el mundo utilizarían herramientas de IA generativa en su puesto de trabajo. Hoy en día, alrededor del 60% de los trabajadores ya se encuentra aprovechándola en todo el mundo.
Los beneficios de la IA son significativos para todas las organizaciones. Sin embargo, también plantea problemas de ciberseguridad. El rápido desarrollo de la GenAI ha creado herramientas potentes y dinámicas con las que los ciberdelincuentes pueden organizar sus ataques.
Esto permite a quienes desean hacer daño ser más sofisticados, persistentes y rápidos. Desde Palo Alto Networks identificamos 2.3 millones de amenazas nuevas y únicas y bloqueamos 11,300 millones de amenazas cada día. Consideramos que estas cifras seguirán aumentando.
Problemas de ciberseguridad, asunto de todos
Ya que las TIC son esenciales tanto en el sector público como en el privado, garantizar medidas sólidas de ciberseguridad es fundamental. En consecuencia, se trata de una prioridad clave para los consejos de administración y los equipos directivos de organizaciones de todo el mundo. Así se puso de manifiesto el informe Allianz Risk Barometer 2024. De acuerdo con el documento, los líderes de las empresas consideraron que un ciberataque era el principal riesgo empresarial para 2024.
Asimismo, en respuesta al creciente panorama de amenazas, los responsables políticos están introduciendo normas y reglamentos destinados a mitigar los riesgos, aumentar la resistencia frente a los ciberataques y proteger las infraestructuras críticas y los datos personales.
Es necesario que existan normas con el objetivo de que se reconozca el papel fundamental que desempeña la infraestructura digital. A medida que las redes energéticas, las redes de transporte, los proveedores de asistencia sanitaria y las instituciones financieras dependen cada vez más de la tecnología, se vuelven más eficaces y eficientes, pero también muy susceptibles de sufrir ciberataques.
Por este motivo, la responsabilidad recae en los altos cargos, con severas sanciones en caso de incumplimiento de las exigencias de las normativas. Ahora se reconoce ampliamente que los problemas de ciberseguridad ya no son responsabilidad exclusiva del departamento técnico; son un problema de todos, desde los más altos cargos hasta los departamentos más ligados a actividades de producción.
Un enfoque de precisión
Vivimos en una época apasionante. Los rápidos avances tecnológicos pueden crear importantes oportunidades para innovar y crecer. Sin embargo, la clave para aprovechar dichas oportunidades es ser capaz de mitigar los problemas de ciberseguridad, los cuales son enormes cuando se trata de IA. La única forma de luchar contra las amenazas que plantean los ciberdelincuentes que utilizan IA es mediante la propia IA.
Sin embargo, la ciberseguridad es un problema de datos. Para que la tecnología de IA sea eficaz al mejorar los resultados de seguridad, necesita un vasto conjunto de datos de alta calidad. Conscientes de ello, recientemente lanzamos Precision AI, que se basa en uno de los mayores conjuntos de datos telemétricos sobre amenazas del mundo. Son extraídos de redes, firewalls, activos en la nube, end-points y centros de operaciones de seguridad de todo el mundo. Esta tecnología combina lo mejor del machine learning y el deep learning. Utilizan IA generativa para bloquear en tiempo real los ataques a las empresas.
En este mundo cada vez más digital, creemos que es esencial que las soluciones de ciberseguridad proporcionen protección en tiempo real. La seguridad debe ser altamente autónoma (es decir, automatizada), con un enfoque de plataforma, para ayudar a las organizaciones a simplificar su ciberseguridad.
Esencialmente, se está combatiendo fuego con fuego al utilizar la inteligencia artificial para luchar contra herramientas de IA. Al dar ese paso adelante en el nivel de protección, su sistema aprende y se adapta para repeler las amenazas. Esto garantiza la continuidad de la función a pesar de las amenazas externas.
Inteligencia para salvaguardar
La IA está revolucionando nuestro mundo empresarial. Las posibilidades de la IA para transformar y acelerar los negocios van mucho más allá del conjunto de soluciones tecnológicas. Sin embargo, para aprovechar todas sus ventajas tenemos que replantearnos cómo evaluamos los problemas de ciberseguridad, cómo nos defendemos de los ataques y cómo desarrollamos las habilidades que debemos tener para gestionar la nueva frontera.
Integrar la inteligencia artificial en la ciberseguridad no es sólo una tendencia: es una necesidad. Las empresas pueden fortalecer su infraestructura digital aprovechando su poder para la detección de amenazas analizándolas de forma proactiva.
No se trata simplemente de igualar las capacidades de los ciberdelincuentes, sino de superarlas. A medida que la IA evoluciona, también deben hacerlo las estrategias para salvaguardar los activos digitales. Adoptar la IA en la ciberseguridad no es sólo una cuestión de supervivencia, sino de prosperar en un panorama digital cada vez más complejo.