Está claro que la IA generativa supondrá un cambio importante en la tecnología empresarial. Para los directivos, los cambios de esta magnitud plantean tanto desafíos como oportunidades. Si las organizaciones quieren beneficiarse de la IA (inteligencia artificial), entonces necesitan una infraestructura tecnológica adecuada. También una nueva cultura, nueva gobernanza (especialmente de los datos) y una nueva relación con la tecnología.
Según un estudio de Vanson Bourne, el 90% de las organizaciones han hecho de la IA una prioridad. Los analistas de Gartner declararon recientemente que 51% de los directores ejecutivos esperan que el CIO lidere su estrategia. La IA es más que una herramienta de automatización. Tiene la capacidad, por ejemplo, de diagnosticar enfermedades a partir de grandes conjuntos de datos, predecir el clima o comunicarse a nivel humano. Sin duda, la IA seguirá creando nuevos modelos de negocio en 2024.
La IA necesita infraestructura de TIC moderna
Estas oportunidades solo se lograrán en organizaciones que cuenten con la infraestructura tecnológica. El estudio de Vanson Bourne encontró que muchas empresas aún deben determinar qué entorno tecnológico es el más adecuado para ejecutar las partes de un proceso y una carga de trabajo de IA. Parte de ese desafío es decidir qué aplicaciones de IA son las más adecuadas para su negocio y mercado. Esto es comprensible, pues el ritmo de desarrollo es rápido y GPT5 ya está en el horizonte.
Beneficiarse de la IA desencadenará una ola de modernización de la infraestructura tecnológica. Para que las organizaciones extraigan valor, necesitarán un entorno de datos interconectados. Por lo tanto, no sorprende saber que más de la mitad de los Chief Experience Officers (CXO) dicen que necesitan mejorar sus capacidades de transferencia de datos entre ecosistemas de múltiples nubes, centros de datos y computación de borde.
El mismo estudio revela que la mayoría de los CXO no pueden identificar todavía el plan de modernización de la infraestructura necesario para soportar las cargas de trabajo y así beneficiarse de la IA.
La inversión y modernización de la infraestructura tecnológica se convertirá en un programa continuo. Será largo plazo, para que los líderes cumplan con las expectativas de los usuarios de IA. El estudio encontró que 85% de las organizaciones planean aumentar la modernización de su infraestructura durante los próximos uno a tres años para respaldar las iniciativas para beneficiarse de la IA. Un número similar (84%) planea aumentar el capital humano de los equipos de ingeniería y ciencia de datos.
Ciberseguridad y la gobernanza, preocupaciones centrales
Al 90% de los ejecutivos de TIC encargados de liderar las oportunidades de la IA le preocupan la ciberseguridad, la gobernanza y la calidad de los datos.
Si las organizaciones aún no confían en su gobernanza de datos, es posible que se queden atrás en la carrera de la IA. Más de la mitad (51%) de los líderes de TIC dice que agregar protección de datos y recuperación ante desastres se sumará a sus planes de gobernanza de la IA. Esto concuerda con los hallazgos del Informe de Liderazgo Digital de Nash Squared. Éste afirma que al 36% de los CXO les preocupa que la privacidad de los datos sea comprometida por las implementaciones de IA generativa.
Dados estos desafíos, no es sorprendente ver que los CXO de tecnología opten por modelos de lenguaje grande (LLM) prediseñados. Estos modelos existentes de proveedores confiables, incluido AWS, permitirán a los CXO aumentar la velocidad de comercialización de soluciones de inteligencia artificial. Además, pueden proporcionar formas de aumentar la utilización de los recursos existentes.
Cambio cultural para beneficiarse de la IA
Uno de los verdaderos desafíos para los líderes tecnológicos y sus organizaciones es el cambio cultural; lo mismo ocurrirá con la IA generativa. Las amplias capacidades conversacionales de la IA generativa la convierten en una herramienta fácil de utilizar para los usuarios finales. Pero también en un mayor riesgo de seguridad. Los empleados pueden cargar propiedad intelectual o datos de clientes con facilidad, exponiendo instantáneamente la empresa a riesgos regulatorios y de mercado. La IA supondrá un cambio radical en la TIC empresarial. Por lo tanto, también será un cambio en el liderazgo tecnológico. Para beneficiarse de la IA, las organizaciones necesitarán contar con la infraestructura, la gobernanza y la cultura adecuadas. Estos tres requieren comprender que la IA es un desafío de negocio, no uno que debe resolver únicamente el área de TIC. Por lo tanto, la adopción de la IA empresarial será una maratón, no una carrera corta.