En este nuevo ciclo escolar las universidades se vieron obligadas a combinar la educación presencial y las clases en línea debido a la pandemia de COVID-19. Para que los maestros puedan sacar el máximo provecho a la educación a distancia y para que esta experiencia resulte lo más cómoda, eficaz y segura posible, Kaspersky ofrece los siguientes consejos:

●Capacitación digital: Ya sea que se seleccionen de forma autónoma las herramientas para impartir las clases en línea —plataforma de videoconferencia, servicio de supervisión de exámenes o aplicación de mensajería— o bien, si la escuela obliga a usar alguna plataforma determinada, es necesario conocer bien las capacidades y características de todas ellas: leer las instrucciones, aprender la interfaz y buscar en la Internet las guías de configuración.

Los maestros pueden aclarar con el administrador la lista completa de recursos a los que se pueden acceder para aprender a utilizarlos durante las clases.

●Entender las reglas y revisarlas con los estudiantes: Es probable que el colegio tenga directrices sobre los servicios a usar por los docentes y el personal, cómo usarlos y cuáles son ilícitos. Por ejemplo, puede existir una política que prohíba el uso de cuentas personales para fines laborales, o que obligue a todo el mundo a utilizar determinada aplicación de mensajería. Es recomendable conocer todas esas reglas y requisitos, además de mantenerse al tanto de las normas de uso de los equipos proporcionados por el centro.

Asimismo, es importante avisar a los estudiantes con anticipación sobre cualquier requisito o restricción que también les afecte. Una buena práctica es poner por escrito estas normas.

Hábitos y herramientas para las clases en línea

Recomendaciones para continuar las clases en línea

●Limitar las herramientas: Las herramientas informáticas seleccionadas para las clases en línea deben resultar cómodas tanto para el profesor como para los estudiantes. Un mayor número de ellas no significa necesariamente una mejor experiencia. Aunque la escuela proporcione acceso a un gran número de servicios, no significa que se tengan que utilizar todos (a menos que sea obligatorio).

●Establecer una contraseña única para cada servicio: Se debe utilizar una contraseña única para cada cuenta. Por supuesto, todas estas deben ser fuertes, lo suficientemente largas y no demasiado obvias. Se debe evitar el escribir contraseñas en un papel o guardarlas donde alguien pueda encontrarlas. Si resulta difícil recordarlas, se puede recurrir a un gestor de contraseñas. Asimismo, no conviene compartir cuentas con varias personas. Cuantas más personas usen una cuenta, más vulnerable será.

●Desarrollar un código de conducta para las clases en línea: Al igual que en un entorno escolar tradicional, es necesario un código de conducta (preferiblemente por escrito) para las aulas virtuales. Su seguimiento facilita a los profesores la realización de la clase y ayuda a los estudiantes a aprender con menos distracciones. Por ejemplo, pueden acordar que al comienzo de la clase todos los alumnos tengan la cámara encendida por defecto, pero solo esté activo el micrófono del profesor. Adicionalmente a esto, es conveniente para los alumnos desarrollar buenos hábitos para las clases en línea.

Cuentas protegidas

Recomendaciones para continuar las clases en línea

●Acordar los canales de respaldo: Incluso los servicios más fiables llegan a fallar. Por ello es necesario establecer de antemano qué servicio se usará para las clase en línea si el predeterminado no funciona. Por ejemplo, si los alumnos no pueden poner en marcha Teams al comienzo de la clase, ¿deberían unirse a una llamada de Skype inmediatamente o enterarse del nuevo plan por WhatsApp? La clave para que ese plan funcione es saber de antemano dónde reunirse.

●Mantener la puntualidad: Diez personas esperando que empiece la clase es un pérdida de tiempo, por lo que es imperativo mantener la puntualidad. Una buena práctica es conectarse al servicio de videoconferencia varios minutos antes para asegurarse de que todo funciona correctamente y de que todos tienen a mano los documentos necesarios. Cualquier alumno que se conecte a destiempo lo debe hacer sin emitir comentarios. Llegar tarde a un aula virtual no genera tanta molestia como llegar a un aula física después de que haya sonado la campana.

●Proteger las cuentas educativas: La intromisión de un alumno (por ejemplo, la alteración de las calificaciones) en la cuenta de un profesor, aunque grave, no debe suponer mayor preocupación. Sin embargo, si hablamos de un ciberdelincuente, este podría obtener los datos personales de los demás alumnos, lo que podría acarrear consecuencias legales. Si el servicio lo permite, utilicen la autenticación de dos factores.

Mantener la ciberseguridad

Recomendaciones para continuar las clases en línea

●Reconocer los correos electrónicos de phishing: Las plataformas educativas y los servicios de videoconferencia son muy populares, lo cual aprovechan los ciberdelincuentes. Por lo tanto, es importante saber cómo distinguir los intentos de phishing de los correos oficiales y los mensajes de servicios legítimos Los sitios de phishing suelen contener errores, malos diseños y enlaces rotos, pero a veces los estafadores se las arreglan para crear páginas de phishing que son indistinguibles de las reales. Se debe observar la dirección del sitio web en la barra de direcciones del navegador. Si es diferente de la dirección del sitio oficial del servicio, aunque sea por una sola letra, no se debe introducir ninguna información personal en la página.

●Proteger los dispositivos: Es necesaria una protección fiable en cada dispositivo utilizado para acceder a las clases en línea y otros recursos educativos. Resulta imperativo implementarla para computadoras, teléfonos inteligentes o tabletas por igual. Algunos programas maliciosos pueden intentar propagarse a los dispositivos de los estudiantes.