La arquitectura y el sector inmobiliario en México enfrentan un cambio estructural: la transformación de los inmuebles en edificios digitales o inteligentes. Es decir, edificios capaces de integrar conectividad, eficiencia energética y automatización para responder a la creciente demanda tecnológica y urbana. Panduit, firma especializada en soluciones de conectividad e infraestructura eléctrica, advierte que la digitalización del sector es ya una necesidad impostergable. En el caso del sector salud, se requerirán cada vez más hospitales inteligentes.

«Los edificios digitales no sólo representan un salto tecnológico. También son una apuesta por la sostenibilidad y la competitividad en un mercado inmobiliario cada vez más exigente. Esta tendencia no responde solo a modas tecnológicas, sino a presiones del mercado, regulaciones emergentes y expectativas de nuevos usuarios», asegura Juan Pablo Borray, Business Development Manager for Latin America en Panduit.

De acuerdo con un estudio de IMARC Group, el mercado inmobiliario mexicano alcanzó un valor de 168,900 millones de dólares en 2025. Se proyecta que crecerá a una tasa anual de 3.93% hacia 2034. Además, el mercado de automatización de edificios en el país pasará de 1,630 millones de dólares en 2024 a 3,700 millones en 2035. Lo hará con una tasa compuesta anual de 7.74%, según datos de Market Research Future.

Entre los impulsores del cambio están el auge del trabajo híbrido, la demanda de espacios sostenibles y el incremento en el consumo de datos. Sin embargo, los expertos señalan retos clave para los edificios digitales. Destacan la inversión inicial en infraestructura digital; la interoperabilidad de sistemas; la actualización de edificios antiguos, y la capacitación de profesionales en nuevas tecnologías.

La ruta hacia los edificios digitales

«El concepto de los edificios digitales no es nuevo y ha evolucionado con el tiempo. Antes, los sistemas de climatización, seguridad, energía o video funcionaban como unidades aisladas; hoy, gracias a la convergencia tecnológica sobre redes IP, es posible integrar todos estos elementos sobre una misma plataforma, mejorando la operatividad, reduciendo costos y facilitando el control centralizado en tiempo real», explica Borray. Y abunda: los edificios digitales usan tecnología para garantizar comodidad, seguridad, sostenibilidad y facilidad operativa para sus ocupantes. Esa es la base para ofrecer experiencias óptimas y ser competitivo en el mercado actual.

Entre los principales retos que enfrentan arquitectos, desarrolladores e inversionistas destaca la inversión inicial en infraestructura digital. A ello se suma la compatibilidad tecnológica en proyectos antiguos y la capacitación de profesionales en nuevas tecnologías de conectividad.

Ahora bien: ¿cómo convertir las construcciones antiguas en edificios digitales y resilientes? Apenas un 2% de los edificios en el mundo califican hoy como verdaderamente inteligentes, según datos de la consultora británica BSRIA, señala Borray. Por ende, el potencial de crecimiento a nivel global y en Latinoamérica es enorme. Sin embargo, la modernización de inmuebles ya existentes requiere una planeación cuidadosa que contemple puntos importantes:

●Evaluar el estado tecnológico actual. Se debe entender el nivel de digitalización de la organización y sus necesidades futuras.

●Actualización del cableado estructurado y la infraestructura eléctrica para soportar nuevas cargas digitales.

●Integración de sistemas de gestión (iluminación, climatización, seguridad, IoT) en una plataforma única.

●Optimización del consumo energético mediante sensores y automatización.

●Redes de alta velocidad y baja latencia, como Wi-Fi 6/7 y soluciones de edge computing.

●Invertir en infraestructura para el largo plazo. Hay que planificar redes de cableado de cobre y fibra óptica con una vida útil de 15 a 20 años.

Arquitectura y digitalización

Este proceso no sólo alarga la vida útil de las construcciones; también eleva su valor de mercado al cumplir con estándares internacionales de sostenibilidad y conectividad. No obstante, esta integración, también conlleva nuevos riesgos. Por ejemplo, si la red falla, todos los sistemas críticos podrían verse comprometidos. Por ello, es fundamental contar con una infraestructura de red resiliente, confiable, segura y escalable. Debe estar diseñada no sólo para las necesidades actuales, sino también para las futuras.

De acuerdo con Panduit, el futuro de la arquitectura en México será digital. Edificios corporativos, hospitales, hoteles, residencias y espacios públicos requerirán infraestructuras capaces de garantizar operaciones seguras, rápidas y resilientes frente a la creciente demanda tecnológica. Adicionalmente, los edificios digitales también se convierten en facilitadores del bienestar y la productividad para quienes los habitan.

«Estamos ante la oportunidad de reimaginar los espacios construidos no sólo como estructuras físicas. Podemos pensarlos como ecosistemas digitales que impulsan la productividad, el bienestar y la sostenibilidad. Además, son las bases para iniciar el camino hacia ciudades inteligentes, pues se necesita una infraestructura robusta donde converjan los dispositivos», puntualiza Borray.