Las universidades suelen enfrentar importantes problemas técnicos y de presupuesto al modernizar sus centros de datos. Los centros de datos definidos por software se presentan como una opción que puede contribuir a resolver ambos tipos de desafíos. También llamados Software Defined Data Center (SDDC) se trata de data centers completamente virtualizados. Forman parte de una tendencia al alza: TIC como servicio o IT-as-a-Service (ITaaS).

Al contratar centros de datos definidos por software, las universidades no sólo reciben almacenamiento y el uso de servidores; también componentes de red tales como conmutadores, balanceadores de carga o cortafuegos. Todo ello como recursos virtuales que pueden controlarse cómodamente mediante software. Es decir, toda la infraestructura se virtualiza y se entrega como un servicio.

Los servicios proporcionados por software pueden ahorrar tiempo y dinero en comparación con el hardware tradicional. Además son más fáciles de administrar, pues no requieren actualizaciones manuales ni mantenimiento frecuente.

Los centros de datos definidos por software facilitan la automatización y la orquestación y aceleran los procesos TIC. Gracias a que es posible monitorear, ajustar, optimizar y reparar automáticamente la infraestructura, las tareas se tornan más confiables y predecibles.

Ventajas de los centros de datos definidos por software

centros de datos definidos por software

Dado que con los SDDC la gestión se abstrae y se centraliza, ya no es necesario actualizar dispositivos individuales, los administradores pueden realizar cambios de forma centralizada e implementarlos en todo su entorno. El manejo desde un tablero o dashboard centralizado simplifica el monitoreo y el seguimiento de las métricas de seguridad y rendimiento.

También contribuyen a aumentar el ancho de banda disponible; eso posibilita que las universidades tengan disponible más capacidad de conmutación. Ello, por supuesto mejora el rendimiento, la redundancia y la disponibilidad de los servicios de TIC.

Por otra parte, los centros de datos definidos por software facilitan la creación de una arquitectura de red multiusuario. Mediante esta es posible proporcionar redes separadas para los clientes internos o inquilinos que comparten el data center. Esto fortalece la ciberseguridad, pues los usuarios individuales no tienen visibilidad de lo hacen los otros.

Así, por ejemplo, si una universidad tiene varios sitios, puede configurar a cada uno como un inquilino independiente. Y las ventajas van más allá de las operaciones cotidianas; también son aplicables para redes de prueba y desarrollo para nuevas aplicaciones o servicios sin que pongan en riesgo o interfieran con sus redes de producción.