La educación virtual es imperativa ante el COVID-19. Y no todo depende del correcto despliegue de la tecnología: el esfuerzo del profesorado es esencial para implementarla con éxito, más allá de los obstáculos técnicos o humanos. Un ejemplo de ello lo constituye el maestro Heriberto Arista, aún activo a sus 94 años de edad como profesor de la materia de modelos de gestión empresarial y administración en la Universidad Tecnológica de México, campus Cuitláhuac. Ante la contingencia de aislamiento por la pandemia, no dudó en capacitarse en el uso del sistema de gestión de aprendizaje en línea, para continuar impartiendo clases a distancia.
«Para estudiar no hay edad, solo se necesita voluntad y disciplina. Mi primera herramienta como maestro fue un borrador y un gis y ahora tengo como herramienta una plataforma para preparación en línea», indica el profesor.
«Me formé en el ejército y me retiré como General de Brigada. Mi formación es en administración», explicó. Relató que en 1985, cuando se retiró, comenzó a dar clases en UNITEC invitado por el rector de entonces.
Recordó que cuando inició, sabía que la formación con los estudiantes no debía ser tan estricta, aunque sí apegada a los valores que fomenta la universidad, pues son elementales para la vida laboral.
«Me apasiona la docencia, me gusta estructurar las clases y siempre estoy leyendo y actualizándome. Esta institución me ha dado mucho, como la oportunidad de cursar un posgrado en administración a los 85 años, además en las aulas he visto pasar a cientos de jóvenes, muchos de ellos muy exitosos; incluso, en su momento le di clases a mis dos nietos y a mi yerno, todos ellos egresados del UNITEC», detalla.
Educación virtual, respuesta ante el COVID-19
El profesor reconoció que ha sido un reto dar el paso a la educación virtual ante la pandemia de COVID-19, sin embargo, considera que es necesario adaptarse a la tecnología. Afirma que es posible dominarla con la práctica y con ello mejorar su trabajo, en combinación profesor-alumno.
«Todos tenemos miedo a lo desconocido. Sin embargo si abordamos el fenómeno que se nos presenta lo podremos dominar. Sólo es cuestión de tranquilidad, de no precipitarse, seguir las instrucciones con calma, hacerlo y si uno se equivoca, volverlo a repetir», dice.
El maestro Heriberto Arista dice estar sorprendido de sí mismo, ya que cuando inició la docencia no imaginó llegar a desarrollar lo que hoy ha aprendido en cuanto al avance tecnológico. Explica que cuando dejó las armas, su prioridad fue enseñar, es por ello que continuó su trabajo en el área civil, donde a su entender ha experimentado un cambio sustancial, con grandes retos, pero grandes logros muy satisfactorios.
Su única preocupación, menciona, es no tener interacción de manera presencial con sus estudiantes. Indica que quisiera explicarles de manera más amplía su materia. Para poder responder todas sus dudas, les envía mensajes a través de la plataforma para ayudarlos y orientarlos.