Todos hemos leído acerca del advenimiento de la inteligencia artificial (IA) y el cambio que eso conlleva en muchas industrias. Es normal usar aplicaciones para ayudarnos a navegar por el tráfico de la ciudad, pedirle a un dispositivo el estado del tiempo o incluso que nos cuente un chiste. La educación no es ajena a esos cambios. Aunque algunos temen que los humanos seamos substituidos por máquinas, la realidad es que el ámbito educativo nada podrá substituir a un catedrático.

Inteligencia artificial para calificar exámenes

Sin embargo, la inteligencia artificial sí cambiará de manera fundamental la labor de la enseñanza, al permitir a los profesores liberarse de tareas que son laboriosas y consumen mucho tiempo, además de brindarles la información que requieren para mejorar el contenido de sus clases y su relación con sus alumnos. Asimismo, facilitará a los alumnos la selección de universidades y carreras, a la vez que permitirá a las instituciones educativas agilizar la selección de estudiantes.

La tecnología apoyará desde las tareas más simples hasta las más complicadas a los maestros y las universidades. Por ejemplo, en un futuro no muy lejano, la inteligencia artificial podrá hacerse cargo de una de las actividades que más tiempo consume a los profesores: calificar exámenes y tareas. Ya existen algunos programas que lo permiten, como BebYaz o Grade Your Test, pero por lo pronto sólo pueden calificar exámenes de opción múltiple.

Retroalimentación efectiva

Dirigiéndose a puntos más estratégicos y construyendo sobre los principios de enseñanza adaptativa, la IA permitirá que una máquina debidamente habilitada evalúe el progreso de cada estudiante, proporcionando información clave para que el profesor sepa exactamente cuándo y cómo apoyar a sus alumnos. Esto redundará no sólo en un proceso de enseñanza y aprendizaje mucho más certero y eficiente, sino también en una relación maestro-alumno de mayor valor.

A través de esta tecnología, los profesores también podrán recibir retroalimentación del contenido de sus cursos y la manera de dictarlos, lo que les permitirá hacer ajustes de manera más dinámica y efectiva.

La inteligencia artificial (IA) cambiará la educación y ayudará al profesor para mejorar sus clases.

En otro campo que todavía se ve lejano, podrían crearse tutores digitales que apoyen a los estudiantes con conceptos más complicados e incluso los ayuden a prepararse para exámenes. Actualmente ya existen soluciones de empresas como Content Technologies que ayudan a los alumnos a estudiar, al crear resúmenes de libros y exámenes de opción múltiple. Content Technologies incluso tiene una biblioteca con más de 35,000 títulos con las secciones más importantes ya resaltadas, tal como hacen los alumnos normalmente al estudiar un texto.

Estos son algunos ejemplos de lo que la inteligencia artificial puede aportar en la educación, lo que tendrá como resultado un replanteamiento del papel del educador y un entorno educativo diametralmente diferente a lo que hemos visto en los últimos 100 años, donde la sensibilidad y comprensión de los seres humanos se verá potenciada por los beneficios de la tecnología.