De acuerdo con el reciente Índice de Interconexión Global (GXI 2024), en un par de años la infraestructura digital de numerosas empresas estará basada modelos flexibles de suscripción. Esto impactará, por supuesto, la manera en que se consumen los servicios de TIC en las universidades.

El informe predice que el procesamiento de datos de tecnologías como IA, 5G y cómputo de alto rendimiento impulsará los modelos flexibles de suscripción. En contraste, declinará la adquisición de equipos físicos a largo plazo como servidores, enrutadores y unidades de almacenamiento. Este cambio de CAPEX a OPEX inició con la acelerada adopción de sistemas multinube, pero ahora se está convirtiendo en la norma. Esto abarca a toda la infraestructura, desde el core hasta el borde. El cambio brinda a empresas de múltiples industrias —entre ellas la educación superior— mayor agilidad en su arquitectura de cómputo. Además, al mismo tiempo, los modelos flexibles de suscripción les garantizan el acceso a tecnologías más eficientes.

«El ritmo de innovación del hardware está aumentando (especialmente con las tecnologías GPU). Eso ejerce presión sobre la relación precio-rendimiento y la eficiencia de la infraestructura. A nivel mundial, la transformación digital requiere que las empresas se vuelvan más ágiles y al mismo tiempo se adapten a los cambios dinámicos. Los modelos flexibles de suscripción pueden ofrecer una mejora continua y una adopción más sencilla de las nuevas tecnologías que ya existen», señala Steve Madden, vicepresidente de transformación y segmentación digital de Equinix.

Modelos flexibles de suscripción: sus ventajas

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El Foro Económico Mundial estima que 70% de la economía mundial estará compuesta por tecnología digital hacia 2030. Por su parte, los expertos de IDC indican que hoy sólo 48% de las organizaciones se consideran empresas digitales. Eduardo Carvalho, director general de Equinix Latinoamérica, señala que, de acuerdo con el GXI 2024, «América (Estados Unidos, Canadá, México, Brasil, Perú, Colombia y Chile) liderará la capacidad de ancho de banda de interconexión a nivel mundial. Se prevé que crezca a un CAGR del 34% en cinco años».

El documento señala que el sector empresarial de América amplía el ancho de banda de interconexión 25% más rápido que proveedores de servicios. Las empresas son las que crecen más rápido, pues consumen y producen simultáneamente nuevos servicios digitales. Ahí es donde más utilidad pueden tener los modelos flexibles de suscripción. «La infraestructura debe diseñarse para operar y escalar en la economía digital», señala Amet Novillo, director general de Equinix México.

Ahora bien, la proximidad digital en el borde es importante. En el caso de las universidades, esto cobra relevancia por la abundancia de dispositivos conectados a las redes universitarias.

Tanto la Internet de las Cosas (IoT) como el modelo Bring Your Own Device (BYOD) implican un constante desafío a la arquitectura de redes en la educación superior. Es por ello que la infraestructura edge continúa mostrando la tasa de crecimiento más alta, expandiéndose a más del doble de la tasa central.

Se pronostica la economía digital continúa expandiéndose. El ancho de banda de interconexión global crecerá a una tasa compuesta anual de 34% en cinco años. Alcanzará 33,578 Tbps en 2026.