La pandemia de COVID-19 trastocó profundamente la manera en que funcionan las sociedades en todo el mundo y forzó sobre ellas una “nueva normalidad“. Las empresas de todos los rubros debieron adoptar de manera acelerada la transformación digital para mantenerse en funcionamiento. El impacto fue distinto para cada industria, pero en cada una ha significado pérdidas, inversiones inesperadas y costos en ascenso.

Por el momento no se avizora un horizonte cercano en el que puedan retomarse las actividades como antaño. En consecuencia, es indispensable para las empresas continuar el esfuerzo de adaptarse para funcionar en las condiciones de la “nueva normalidad”.

Dentro del sector educativo universitario, ante la pandemia, se han presentado dos etapas en su adopción de la transformación digital. En la primera, casi de un día para otro, se mudaron las actividades al modelo de educación a distancia. Ello implicó que las instituciones educativas respondieran a varias condiciones:

●Mayor ancho de banda.

●Habilitación de accesos a la Internet con buena capacidad para los maestros.

●Licencias de herramientas de colaboración para atender a los estudiantes.

Siguiente etapa

Por ahora, el retorno a las clases presenciales está descartado de manera inmediata. Sin embargo, se prevé que tal vez pueda hacerse en los primeros meses del próximo año. Debido a ello, las instituciones educativas se preparan para funcionar adecuadamente en la segunda etapa de la “nueva normalidad“, cuando el semáforo esté en verde. De hecho, se piensa en un modelo de educación híbrido, en el que se combinen las clases presenciales con las virtuales.

Se proyecta que los salones funcionen con un aforo reducido. En ellos, un grupo de alumnos podrá tomar clases presenciales mientras otros más seguirán esa misma lección de manera remota. Con esa finalidad, las instituciones educativas prevén el uso cámaras de video y herramientas de colaboración. Pero eso no es todo: se requerirán de más herramientas digitales para proteger la salud de todos en la “nueva normalidad”.

Soluciones combinadas

Herramientas digitales para la nueva normalidad

Entre las alternativas para esta “nueva normalidad” se encuentra la recién presentada plataforma Alestra IoT. La plataforma integra soluciones basadas en la Internet de las Cosas (IoT), inteligencia artificial (IA) y dispositivos diversos como cámaras térmicas, controles biométricos de acceso y pantallas electrónicas.

A decir de Gabriel Muñoz, director de estrategia de producto de la firma, la plataforma es ideal para organizaciones públicas y empresas de cualquier mercado. Esto incluye, por supuesto, las educativas.

Se trata de una plataforma digital de diseño modular. Es decir, puede ser configurada a la medida para satisfacer las necesidades de cualquier negocio, como si fueran bloques para armar que cada institución ensambla de acuerdo con sus especificaciones.

Dicha modularidad permite adoptar un modelo de trabajo digital seguro para operar en la “nueva normalidad”. Para lograrlo, la flexibilidad de la plataforma es esencial ante los desafíos que presenta la reapertura en el contexto actual, en el que la pandemia aún no ha sido completamente controlada. Sobre todo porque esas condiciones, muy probablemente, se extenderán los próximos meses.

Las soluciones son gestionadas a través de un tablero integral de monitoreo, el cual permite monitorear instalaciones, vehículos o flujo de personas, así como a identificar patrones de movimiento o comportamiento inusuales. Estos aspectos serán importantes cuando se adopte el modelo de clases híbridas, pues habrá personas en los campi ahora desiertos.

“Nueva normalidad”, inaplazable

Herramientas digitales para la nueva normalidad

Entre las funciones de sus módulos, la plataforma ofrece la capacidad de monitorear de manera automática la temperatura de cada persona, para detectar a quienes padecen fiebre. También, mediante el uso de cámaras o una combinación de sensores y pulseras, sus aplicaciones de IA pueden monitorear el desplazamiento de las personas en las instalaciones de las universidades. Así, se detecta de manera automática si las personas en los campi guardan la debida distancia o si utilizan adecuadamente el equipo de protección personal. De igual manera, se puede controlar el número de personas en una fila o en un espacio cualquiera, para prevenir aglomeraciones.

También pueden controlar y registrar automáticamente el acceso de las personas de manera remota a diferentes partes de la universidad. La plataforma tiene una opción que permite hacerlo sin que las personas deban tocar —como antes— un teclado o un lector de huellas digitales: se puede utilizar reconocimiento facial o bien, lectores sin contacto de la palma de la mano. En suma, elementos que antes parecían más distantes y que ahora serán cotidianos en la “nueva normalidad”.