La Academia Mexicana de Informática (AMIAC) tiene un nuevo presidente: Rafael Fernández Corro, quien asumió el cargo el pasado 26 de octubre. Desempeñará el puesto en el periodo 2023-2026. Fundada en 1976, la AMIAC agrupa a importantes profesionales del ramo. Su propósito es fomentar el desarrollo de la informática en todos los ámbitos de la sociedad mexicana: educación, salud, economía, cultura, esparcimiento y política.
La ceremonia tuvo lugar en el Salón de Actos del Palacio de Minería (UNAM), en el centro histórico de la Ciudad de México. Inició con el informe de labores actividades del consejo directivo 2019-2023, rendido por Francisco David Mejía Rodríguez, presidente saliente de la asociación.
Mejía Rodríguez reportó que en el último año la AMIAC celebró 12 sesiones ordinarias y tres extraordinarias; de ellas, dos fueron asambleas de miembros y tres más los foros AMIAC V, VI y VII. Además, se presentaron dos libros en los que colaboraron miembros de la asociación, la cual participó en media docena de eventos y estableció tres alianzas con otras organizaciones para profundizar en temas de ciberseguridad, inteligencia artificial y transformación digital. Asimismo, para posicionar mejor a la Academia ante una audiencia más amplia, se concedieron varias entrevistas radiales y televisivas.
En un mensaje con tono más personal, Mejía Rodríguez repasó los retos que enfrentó durante su presidencia, prolongada un año a causa de la pandemia. Se dijo satisfecho de que, pese a tales dificultades, la Academia mantuvo su propósito y logró promover la educación de calidad en informática. También, añadió, la asociación consiguió ampliar su presencia nacional. «Los miembros de la Academia Mexicana de Informática son la razón de su éxito», sentenció.
Por su parte el tesorero saliente, José Carlos Morales Álvarez, informó sobre las finanzas de la Academia, que terminó el año con saldo positivo.
Una Academia enriquecida
A continuación, se anunció a los nuevos asociados: Guillermo Canchola Rico; Netzer Díaz Jaime; Carmen Díaz Novelo; Yannick García Barlon; Laura Jácome Madariaga; Christian Maldonado Cifuentes; Ricardo Orea Gudiño; Marina San Martín Rebolledo; Abraham Sotelo Nava, y Blanca Hilda Vázquez Gómez.
También se presentó a los nuevos académicos de número, cuya protesta fue tomada por Enzo Molino Ravetto: Arturo Niño Solís (#214); Alexandra Alatorre Gutiérrez (#316); Javier Juárez Mójica (#317); Fátima Lechuga Blanco (#318); Esther Martínez González (#319); Jorge Arturo Pérez Morales (#320), y César Terol Fócil (#321).
Igualmente, se anunció la integración del nuevo consejo directivo: Rafael Fernández Corro (presidente); Alejandra Herrera Mendoza (vicepresidenta); José Carlos Morales Álvarez (secretario general); Julieta Palma Anda (secretaria de vinculación), y Alejandra Pineda Villegas (tesorera). Es la primera ocasión en que el consejo tiene mayoría de mujeres.
La AMIAC se sostiene con las contribuciones de sus miembros, por lo cual siempre ha sido financieramente independiente. Los nuevos miembros se incorporan por invitación expresa. Es indispensable que hayan realizado contribuciones relevantes en el campo de la informática; por ello, su trayectoria y currículum son analizados por un cuerpo colegiado de la Academia.
La asociación se reúne mensualmente para presentar conferencias sobre los temas en los que son especialistas los académicos. Se pone énfasis en las contribuciones de los nuevos miembros. En noviembre de 2023, Guillermo Canchola, de Zoom, dictará una conferencia sobre las actuales tecnologías de colaboración.
La Academia Mexicana de Informática y el futuro
En su toma de protesta, Fernández Corro rememoró al escritor austriaco Stefan Zweig (1881-1942), quien en 1858 publicó el relato La primera palabra a través del océano, escrito a propósito del tendido ese año del primer cable telegráfico transoceánico entre Estados Unidos y Reino Unido.
El texto —recopilado en el libro Momentos estelares de la humanidad— reflexiona sobre la transformación de las comunicaciones humanas gracias a la tecnología. Zweig realiza un breve recuento de la velocidad creciente de las comunicaciones, desde la época en que dependían del paso de los mensajeros o bien, de sus monturas, hasta la instalación del cable transoceánico, el cual permitió intercambiar información entre ambas orillas del Atlántico de manera prácticamente instantánea.
Fernández Corro abundó en la manera en que la tecnología comunicacional ha transformado a la humanidad, en particular desde la Revolución Industrial. «Y los cambios que veremos en los próximos 15 años serán mucho más acelerados que en los últimos 150», aseguró.
Entre los campos donde se espera que la tecnología tenga un impacto profundo, Fernández Corro citó los siguientes: educación; ciberseguridad; salud; desarrollo de medicamentos; predicción de enfermedades; biotecnología; edición genética; automóviles; computación cuántica; tecnología espacial; Internet de las Cosas Médicas; ciudades inteligentes, nanotecnología; neurotecnología, y robótica avanzada: «Y probablemente en esos años veremos llegar la singularidad (unión entre mente y computadoras)», profetizó. «El papel de la Academia Mexicana de Informática es procurar que dichas tecnologías se usen y aprovechen en México en beneficio de todos», concluyó.