La depresión y la ansiedad pueden ser detectadas con inteligencia artificial. Dichas enfermedades han aumentado a causa del COVID-19, pues el confinamiento obligado para frenar la pandemia ha provocado un marcado incremento en el estrés de muchos mexicanos.

La encuesta telefónica “Ansiedad y depresión en los hogares mexicanos frente a los retos del COVID-19”, elaborada en abril pasado por el Instituto de Investigaciones para el Desarrollo con Equidad (EQUIDE), de la Universidad Iberoamericana, señala que el 32.42% de las personas mayores de 18 años reportó síntomas severos de ansiedad (contra el 14.3% en tiempos de estabilidad), mientras que el 27.26% reportó síntomas de depresión (7.2% en tiempos normales). Los principales afectados son mujeres, adultos mayores y quienes habitan en hogares en los que el nivel educativo de quien encabeza la familia es de primaria o menor. Los detalles de la investigación se encuentran aquí.

Enfermedades al alza

COVID-19: IA para detectar depresión y ansiedad

Una de las aristas más dramáticas de estas dos afecciones mentales —las más extendidas en el mundo— es que puede pasar mucho tiempo antes de que los enfermos sean identificados y, de hecho, algunos nunca lo son. En los casos más graves, el afectado llega al suicidio.

Investigadores de todo el mundo han recurrido al desarrollo de herramientas cada vez más precisas de inteligencia artificial (IA) para detectar la depresión y la ansiedad, entre otras aplicaciones de esta tecnología en la salud. Una de ellas, en campo de la salud mental, es el algoritmo de aprendizaje automático (machine learning) creado por investigadores del Centro Médico de la Universidad Vanderbilt (Nashville, Tennessee, Estados Unidos). El algoritmo ha demostrado en pruebas una precisión de hasta 92% para predecir intentos de suicidio causados por depresión antes de que tengan lugar. Para lograrlo, analiza datos del paciente como edad, sexo, código postal, ingresos al hospital, diagnósticos previos y medicación.

De acuerdo con cifras de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la prevalencia de las enfermedades mentales mantiene una tendencia al alza en el mundo, con un incremento de entre el 14.9% y el 18.4% del número de enfermos en el periodo de 2005 a 2015. La organización estima que en el mundo hay alrededor de 322 millones de personas con depresión y 264 millones aquejados por trastornos de ansiedad; en México se calcula que alrededor del 4.2% de la población sufre depresión y 3.6% ansiedad. El impacto en pérdida de productividad global se valora en un billón de dólares.

Redes sociales al rescate

Otro frente para detectar posibles casos de depresión son las redes sociales, pues los propios usuarios brindan —muchas veces inconscientemente— información valiosa con respecto a su salud mental. Esto cobra relevancia ante el encierro forzado a causa del COVID-19.

Ya en 2013 los investigadores sudcoreanos Sungkyu Park, Sang Won Lee y Bumseok Jeong desarrollaron una aplicación web para Facebook, llamada EmotionDiary, con el fin de detectar rasgos depresivos en un grupo controlado de usuarios a partir de lo que publicaban, aun cuando ninguno diese otras señales de encontrarse deprimido.

En 2018, un equipo del Centro Médico para la Salud Digital de la Universidad de Pennsylvania utilizó inteligencia artificial para revisar las publicaciones en Facebook de 683 pacientes en los meses anteriores a su diagnóstico. La IA buscó indicadores como el uso frecuente de palabras como “siento” “dolor” “lágrimas” combinado con el uso de otras asociadas a emociones como tristeza y odio. Los resultados convencieron a los investigadores de que el método es adecuado para detectar a personas deprimidas antes de que las diagnostiquen.

Inclusive la propia red social implementó utilizar herramientas de IA para identificar posibles casos de depresión suicida a partir del lenguaje utilizado en las publicaciones y reportarlos a equipos de especialistas para que intervengan de manera oportuna.

Depresión y ansiedad, atendibles con inteligencia artificial

COVID-19: IA para detectar depresión y ansiedad

Este enfoque se vuelve prominente, pues año con año aumenta el tiempo que la gente pasa conectada a sus redes sociales. El 15° Estudio sobre los Hábitos de los usuarios de Internet en México 2018 (el más reciente), realizado por la Asociación de Internet.mx, reveló que durante 2018 los mexicanos se conectaron en promedio 8 horas con 20 minutos al día. El 82% de los usuarios se conectó para acceder a las redes sociales; el 73% lo hizo varias veces al día

La creciente afición a la vida en el ciberespacio puede incrementar los riesgos de padecer depresión. En 2017 el profesor de psicología Jean Twenge, de la Universidad Estatal de San Diego, encontró que aquellos estudiantes que pasan conectados más de 5 horas diarias son 71% más propensos a mostrar rasgos depresivos que pueden conducir al suicidio.

La buena noticia es que con algunas herramientas de inteligencia artificial se puede detectar los primeros síntomas de depresión y ansiedad hasta 7 meses antes que las personas allegadas al afectado —ya no se diga los médicos— se percaten del desarrollo del padecimiento, lo que permitirá su atención oportuna y mejorar la calidad de vida de miles de personas.