Durante 2021 la conversión de hospitales digitales en México aumentó el 50%, de acuerdo con datos de Panduit, fabricante de soluciones de punta a punta de infraestructura eléctrica y de redes empresariales. La aceleración de la transformación digital a causa de la pandemia facilitó la integración de tecnologías inteligentes. Eso, a su vez, generó mayor competitividad en todas las industrias, entre ellas la de la salud.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la “salud digital” como «la aplicación de las TIC a la salud». Se refiere principalmente a la Internet de las Cosas Médicas (IoMT), la telemedicina, el monitoreo remoto y la inteligencia artificial. También incluye la analítica del big data, la blockchain y los dispositivos usables (wearables). Además, abarca las plataformas y herramientas que facilitan el intercambio y almacenamiento de datos.
La salud digital mejora la capacidad de generar diagnósticos médicos y decisiones terapéuticas basadas en datos. También ofrece herramientas para realizar terapias digitales, ensayos clínicos, programas de cuidado personal y fomentar la atención centrada en las personas. «Se espera que para 2022 el sector privado siga duplicado su requerimiento de hospitales digitales. Lo impulsará la adopción de tecnologías como los Clinical Information System (CIS) y la telemedicina», señala Guillermo Ortegón, gerente de cuentas de Panduit.
Entre las soluciones más solicitadas se encuentra la arquitectura hospitalaria. Se trata del diseño estratégico de instalaciones para convertirlas en hospitales digitales. Es decir, edificios conectados por redes aptas las TIC. Así, los hospitales pueden emplear expedientes clínicos electrónicos (ECE), imagenología digital, inteligencia artificial o cirugía robótica. Todo ello mejora la experiencia del paciente. Los hospitales digitales también pueden recurrir a sus redes para efectuar teleconferencias en vivo. Igualmente, les facilita el emplear plataformas para la educación del personal y la seguridad y el control de las instalaciones.
Demanda de servicios en aumento
Según explica Ortegón, un edificio digital es aquel con subsistemas conectados a la red IP para comunicarse entre ellos e intercambiar información relevante. Los hospitales digitales se encuentran entre los más complejos, pues tienen requerimientos especiales. Sus sistemas eléctricos, de telecomunicaciones, mecánicos, seguridad y gestión deben cumplir con estándares internacionales para garantizar su continuidad y confiabilidad.
En México, el 67% de los servicios de salud los brinda el sector privado y el 33% restante el sector público. En cuanto al sector privado, el 80% de los servicios corresponden a hospitales pequeños con menos de 24 camas. El 6% abarca hospitales medianos con más de 25 camas, pero menos de 50 camas. El 3% engloba los grandes hospitales con más de 50 camas y el 11% restante a clínicas de especialidad.
Antes de la pandemia los grandes hospitales contaban con el mayor grado de digitalización, dado que más del 98% de ellos usaban las TIC. Durante los últimos meses, ese grupo duplicó la cantidad de servicios que requieren una infraestructura digital. Por otro lado, los hospitales medianos, pequeños y de especialidad duplicaron su ritmo de adopción de tecnologías digitales con respecto a 2020.
«Una infraestructura estándar ya no es suficiente. La conectividad robusta es un activo estratégico que le permite a los hospitales adoptar las tecnologías médicas de hoy y del futuro. Requieren redes que soporten el tráfico concurrente de voz, video, imágenes y documentos en tiempo real, con alta calidad y velocidad», señala Ortegón.
Redes veloces para los hospitales digitales
Entre los principales desafíos de los hospitales digitales se cuenta el procesamiento y la consulta de las imágenes clínicas. Invariablemente, son archivos de gran tamaño y deben estar disponibles desde el consultorio hasta el quirófano. Para que eso sea posible resulta indispensable una red de máxima velocidad. Eso implica seleccionar las mejores arquitecturas de comunicaciones y contar con sistemas de almacenamiento y procesamiento cercanos.
Además de fortalecer los servicios médicos en los hospitales digitales, las redes hospitalarias contribuyen a la experiencia y recuperación del paciente. Por ello, las habitaciones, las estaciones de enfermería y el equipamiento médico deben integrarse de manera perfecta y transparente.
Por ejemplo, las habitaciones de los pacientes deben contar con iluminación y cortinas automatizadas, sistemas multimedia y servicio de Wi-Fi para los acompañantes. Además, las redes inalámbricas deben soportar sensores para rastrear el movimiento de los pacientes y alertar al personal de enfermería si dejan la cama, salen de sus cuartos o sufren una caída.