La utilización de asistentes con inteligencia artificial (copilotos) es cada vez más frecuente en todos los ámbitos, incluido el cuidado de la salud. Y si bien los de uso general pueden funcionar razonablemente bien, la atención sanitaria requiere de soluciones especializadas. Una de ellas de Dragon Copilot. Se diseñó específicamente para el sector médico y se centra en la transcripción de voz a texto para alimentar datos en documentos como el expediente clínico electrónico (ECE).
Desarrollado originalmente por la firma Nuance Communication, Dragon se convirtió en el estándar para la transcripción automatizada de voz a texto en la medicina. Lo consiguió gracias a su precisión para elaborar historiales y notas clínicas. Microsoft absorbió la compañía en marzo de 2021. Posteriormente, integró la solución a su ecosistema, dando lugar a Dragon Copilot.
El asistente puede utilizarse tanto en computadoras como en smartphones y está diseñado para transcribir automáticamente lo que se habla durante las consultas médicas. Eso deriva en una interacción más fluida con el paciente, pues quien lo atiende ya no tiene que distraerse tecleando. Basta con que obtenga el consentimiento del paciente para grabar la conversación.
La aplicación no requiere micrófonos adicionales para utilizarse con un smartphone. Normalmente, basta con el incorporado en el dispositivo. En el caso de las computadoras, ya sean de escritorio o portátiles, si conviene utilizar un micrófono externo, aunque tampoco se requiere que sea muy sofisticado.
Facilidad de uso de Dragon Copilot
Ahora bien, Dragon Copilot puede transcribir no sólo los datos a incluir en el ECE y el plan de tratamiento. De hecho, puede configurarse para realizar otras tareas durante la consulta: renovar recetas; solicitar radiografías; pedir informes de laboratorio; redactar notas de derivación, y procesar la facturación del servicio. Eso permite aligerar la carga de trabajo de los médicos y, en los hechos, puede reemplazar a un asistente humano en tareas sencillas.
Sin embargo, no debe verse como una panacea. Sus resultados aún requieren supervisión. De hecho, mientras más especializada sea la consulta —y, por ende, el lenguaje— más probable resulta la necesidad de correcciones manuales. Es por ello que Dragon Copilot es, por ahora, utilizado sobre todo en consultas generales.
A pesar de esa limitación —común a todos los copilotos—, el asistente es muy personalizable. Se puede, por ejemplo, determinar si las notas resultantes deben ser detalladas o concisas; igualmente, puede elegirse qué tanto debe utilizar términos técnicos o, por el contrario, palabras sencillas, accesibles a los pacientes. Sin embargo, lograr la personalización deseada puede tomar tiempo, dado que el asistente ofrece una buena variedad de parámetros.
Por otra parte, Dragon Copilot puede integrarse con facilidad a la mayoría de las soluciones de ECE. Y, por supuesto, también se incorpora sin tropiezos al ecosistema de Microsoft 365.