Implantar una buena ITSM en instituciones de salud ayuda a controlar mejor un entorno cibernético cada vez más complejo ante el crecimiento constante de la Internet de las Cosas Médicas (IoMT). La gestión de servicios de tecnologías de la información (o IT Service Management) pone el acento en los beneficios que reciben los usuarios finales, es decir, tanto el personal de atención médica como los pacientes. Esto se consigue gracias a la integración armónica de la tecnología en uso, los procesos y las necesidades de la gente. Para ello, se utilizan recursos de mejores prácticas como la Information Technology Infrastructure Library (ITIL) o bien, algún modelo eSCM (enabled Service Capability Mode).

ITSM en instituciones de salud

A decir de los expertos, la ITSM se enfoca en cinco áreas principalmente:

● Atender a los usuarios finales.

● Ayudar al mantenimiento de las aplicaciones, el hardware, la infraestructura a cargo del departamento de TIC.

● Resolver los problemas de TIC de manera efectiva y con eficiencia.

● Aprovechar al máximo el presupuesto asignado a las TIC y hacer que la inversión en tecnología sea provechosa para las instituciones de salud.

● Ayudar a la institución a desempeñar de la mejor manera posible sus funciones para alcanzar sus objetivos.

ITSM en instituciones de salud: beneficios concretos

En el caso de las instituciones de salud, los aspectos de su operación en los que tiene incidencia directa una buena ITSM son:

-Expediente clínico electrónico (ECE).

-Dispositivos médicos interconectados en la IoMT.

-Telemedicina y telesalud.

-Dispositivos wearables utilizados por los pacientes para monitorear su salud y recopilar datos que luego comparten con sus médicos vía remota.

-Dispositivos móviles del personal conectados a la red hospitalaria bajo el modelo Bring Your Own Device (BYOD).

ITSM en instituciones de salud

Entre los beneficios específicos de implementar una ITSM se pueden enumerar:

● Aumentar la eficiencia del personal de TIC al definir con puntualidad roles y responsabilidades.

● Implementar nuevos procesos de acuerdo con las mejores prácticas.

● Reducir el tiempo de resolución de incidentes e identificar sus causas de fondo, para prevenir que se repitan.

● Posibilidad de usar analíticos para medir y mejorar el desempeño de los equipos de TIC.

● Mejor comprensión de las necesidades de TIC de clínicas, hospitales y otras instituciones de salud.

● Procesos replicables y escalables.

● Mejores visibilidad y comprensión de los servicios de TIC por parte de los usuarios finales, quienes tienden a desarrollar expectativas más realistas.

Lo anterior resulta en mejores flujos de trabajo y en la optimización de los recursos físicos y humanos de los departamentos de TIC, que por lo regular suelen estar saturados de trabajo. Además, una buena operación de TIC en una institución de salud se refleja, por supuesto, en una mejor atención de los pacientes.