Entre las tendencias en la salud durante 2020 también se contarán el borde empoderado, la nube distribuida y la blockchain práctica. En combinación las tecnologías centradas en las personas, se contarán entre las principales vertientes de cambio, apuntó Gartner en su estudio Top 10 Strategic Technology Trends for 2020.

Edge computing para fortalecer la IoMT

La computación en el borde es una arquitectura de red en la que los nodos se encuentran cercanos o integrados a los dispositivos que producen datos. Como cada nodo opera independientemente, puede determinar cuál información transmitir a la nube central y cuál almacenar en medios locales. Esto tiene la ventaja de abatir el volumen de datos enviados y reducir su latencia.

En el campo de la salud, la computación en el borde ganará importancia conforme crezca la Internet de las Cosas Médicas (IoMT) con dispositivos cada vez más variados y complejos, desde accesorios usables (wearables) hasta robots capaces de ejecutar tareas especializadas. Esto, por supuesto, hará que se incremente la información generada y almacenada. Se calcula que en 2020 habrá en el mundo entre 20,000 y 30,000 millones de dispositivos médicos conectados a la IoMT, contra 4,500 millones en 2015. Ello impulsa la edge computing como una de las tendencias en la salud importantes durante 2020.

Conforme esto sucede, la arquitectura de la red se desplazará desde un modelo jerarquizado a otro más distribuido en una especie de malla (mesh), en la que los dispositivos y servicios se conectarán directamente entre sí para el intercambio de información, sin necesidad de pasar por nodos centralizadores. Esto redundará en un mejor aprovechamiento del ancho de banda y disminuirá la latencia. Por supuesto, esto va de la mano con el gradual despliegue de las redes 5G.

Un ejemplo en el que empoderar el borde podría beneficiar a las instituciones de salud y a sus pacientes es mediante el despliegue de un Sistema de Localización en Tiempo Real (Real-Time Location System o RTLS) diseñado para abatir el número de infecciones nosocomiales.

Nubes más versátiles

Entre las tendencias en la salud durante 2020 también se contarán el borde empoderado, la nube distribuida y la blockchain práctica.

A diferencia de la mayor parte de las nubes públicas, que están diseñadas de una manera centralizada (los servidores se concentran en un punto), la nube distribuida se basa en equipos instalados fuera de los centros de datos propiedad del proveedor, aun cuando éste no deja de ser responsable de la operación, gobernanza, mantenimiento y actualizaciones del servicio.

Hasta ahora, la ubicación del equipo físico no ha tenido mucha importancia al diseñar los servicios en nube, aunque con el cambio que implica el modelo distribuido se deben tomar en cuenta aspectos como la seguridad de los datos y la latencia al transmitirlos.

Una diferencia con la arquitectura nube híbrida (en la que el usuario final es responsable de una parte de la gestión del equipo físico), en la nube distribuida el proveedor de servicio asume la completa responsabilidad sobre el hardware en el que está montada la nube, aun cuando no esté localizado en sus instalaciones ni sea propietario de él.

La adopción de la arquitectura distribuida tiene el potencial de acentuar los beneficios de la nube en el campo de la salud, al eliminar los costos asociados a la administración, mantenimiento y consumo de energía de los equipos. Al no estar concentrados en un solo sitio los datos, contribuye a incrementar la seguridad e inclusive puede facilitar el escalamiento a futuro de las aplicaciones y necesidades de TIC, pues el proveedor no tendrá limitaciones de espacio.

Tendencias en la salud en 2020: blockchain empieza a ser práctica

Entre las tendencias en la salud durante 2020 también se contarán el borde empoderado, la nube distribuida y la blockchain práctica.

Blockchain es la más conocida de las aplicaciones que usan la tecnología de ledgers distribuidos. En específico, una blockchain es una lista de transacciones o registros protegidos con firmas criptográficas, los cuales son compartidos por los miembros de una red. Cada registro consigna la hora en que se hizo y tiene ligas de referencia a otras transacciones previas. Esto permite que cualquiera que tenga los permisos necesarios puede rastrear cualquier evento registrado, independientemente de cuándo se hizo.

Los problemas de interoperabilidad y escalabilidad que se han presentado al desplegar las blockchains ha limitado su uso. Sin embargo, de acuerdo con Gartner, se prevé que hacia 2023 dichos problemas quedarán resueltos, lo que permitirá que un mayor número de hospitales adopte esta tecnología y pueda aprovechar sus ventajas: seguridad, confidencialidad y transparencia de la información fortalecidas, además de una reducción de los costos y tiempos de transmisión.

En los hospitales, una blockchain práctica será útil, por ejemplo, para garantizar la seguridad de los expedientes clínicos electrónicos (ECE), posibilitar que éstos sean consultados de manera fiable por distintas instituciones, según las necesidades de atención del paciente.