Entre las tendencias en la educación superior durante 2020 se contarán
la nube distribuida, el blockchain y y la computación de borde, según estima Gartner en su reporte Top 10 Strategic Technology Trends for 2020. Estas tecnologías, combinadas con aquellas centradas en las personas, tendrán impacto en el uso de las TIC en las instituciones educativas.
● Borde empoderado: En la computación en el borde los nodos están físicamente cercanos a los dispositivos que originan los datos o inclusive forman parte de ellos. Su principal ventaja es que cada nodo opera independientemente y determina qué información almacena en medios locales y cuál envía a la nube, lo que disminuye la latencia y el volumen de datos transmitidos.
Se prevé que la computación en el borde cobre mayor importancia a medida que crezca el Internet de las Cosas (IoT), se integren recursos y dispositivos más complejos (como robots y sistemas operativos) y aumente la cantidad de información almacenada. De hecho, la inteligencia computacional ya está en proceso de migrar hacia las terminales (computadoras, pantallas y teléfonos inteligentes, entre otros), gateways y otros dispositivos similares.
Conforme esto sucede, la conexión será menos jerárquica, con servicios y cosas conectadas directamente entre sí mediante una malla (mesh) que les permitirá intercambiar información. Esta característica permitirá resolver problemas como la falta de ancho de banda y la latencia demasiado alta.
En las universidades, esta tendencia fortalecerá, por ejemplo, la implementación de espacios educativos inmersivos y conectados. En ellos, equipos como pantallas inteligentes pueden generar datos que permitan tomar asistencia o ayudar a un alumno de nuevo ingreso a ubicarse más fácilmente.
Otra posible aplicación sería mejorar, por ejemplo, los accesos a los campi mediante dispositivos tales como pulseras o teléfonos inteligentes. Ello permitiría tener un registro veraz de entradas, salidas y movimientos internos las instalaciones.
Recursos descentralizados
● Nube distribuida: A diferencia del modelo centralizado que siguen la mayoría de las nubes públicas, en la nube distribuida los servicios son desplazados a servidores fuera de los centros de datos del proveedor, mientras que éste mantiene la responsabilidad de la operación, gobernanza, mantenimiento y actualizaciones. Esta es una de las tendencias relevantes en la educación en 2020.
Normalmente, la localización del hardware no ha sido muy relevante al definir los servicios en nube, aunque con la entrada del modelo distribuido cobra importancia por razones como la seguridad de los datos y la latencia al transmitirlos.
Sin embargo, a diferencia del modelo de nube híbrida (en el que el usuario final es responsable de una parte de la gestión), en la nube distribuida el proveedor de servicio asume la completa responsabilidad sobre el hardware en el que está montada la nube, aun cuando no esté localizado en sus instalaciones ni sea propietario de él.
Este modelo puede resolver muchas de las dificultades que enfrentan los responsables de TIC de las universidades al momento de elegir la nube más adecuada para cada institución.
Blockchain, entre las tendencias en la educación en 2020
● Certeza reforzada: El término blockchain se ha convertido en el denominador común para diversas aplicaciones que usan la tecnología de ledgers distribuidos. En concreto, una blockchain es una lista de transacciones o registros protegidos con firmas criptográficas, los cuales son compartidos por los miembros de una red. Cada registro consigna la hora en que se hizo y tiene ligas de referencia a otras transacciones previas, lo que permite rastrear cualquier evento consignado a quienes tengan las credenciales de acceso necesarias.
El utilizar una blockchain tiene el potencial de incrementar la seguridad, la confidencialidad y la transparencia de la información al tiempo que reduce los costos y tiempos de transmitirla. A pesar de ello, aún tiene un uso relativamente poco extendido debido a problemas técnicos, como una escalabilidad e interoperabilidad limitadas. Sin embargo, ya se trabaja en la resolución de esos inconvenientes y el informe de Gartner estima que hacia 2023 quedarán resueltos, lo que favorecerá su adopción por un mayor número de universidades.
En los campi, la blockchain puede ser útil, por ejemplo, para emitir títulos y certificaciones de manera segura y expedita. Conforme se extienda su uso, cada vez más universidades podrán verificar con facilidad y certeza la validez de los documentos expedidos por otras instituciones.