La irrupción de la inteligencia artificial generativa (GenAI) fue sorpresiva, no sólo por sus posibilidades, sino por el ritmo con que fue adoptada. De acuerdo con Reuters, tan sólo dos meses de su lanzamiento, en noviembre de 2022, ChatGPT ya sumaba 100 millones de usuarios. Esa aceptación tan acelerada llevó replantear los usos de la inteligencia artificial (IA) en todos los sectores de la vida. El informe 2024 Higher Education Trends, publicado el pasado mes de abril por Deloitte, explora el posible futuro de la IA en la educación superior.

De acuerdo con el documento, es indispensable una buena gobernanza de datos para garantizar su seguridad e integridad, detectar oportunamente los riesgos y buscar una implementación adecuada de la GenAI en las universidades.

El informe también señala que el futuro de la IA en la educación superior pasa por transformaciones notables en tres áreas: diseño de los planes de estudio, optimización de las operaciones esenciales y automatización de las tareas rutinarias en los campus.

Diseño de los planes de estudios. Las universidades deben contemplar el uso de la GenAI en todos sus programas académicos. Los estudiantes necesitan aprender a trabajar con la IA, pero no de manera acrítica: deben evaluar siempre la idoneidad de sus aplicaciones y resultados. Además del pensamiento crítico, indica el informe, se deben fomentar la resolución creativa de problemas y las habilidades de comunicación, que serán esenciales para complementar las tareas impulsadas por la IA.

La ética y el futuro de la IA en la educación superior

futuro de la IA en la educación superior

Optimizar las operaciones esenciales. Emplear la IA en la enseñanza y el aprendizaje facilita que los estudiantes reciban atención personalizada. Esto es, el futuro de la IA en la educación superior incluye la posibilidad de desarrollar planes de aprendizaje individualizados para cada estudiante.

Automatización de tareas rutinarias. Las actividades y procesos rutinarios, basados ​​en reglas son ideales para su ejecución por agentes de IA. Asignárselas permitirá a las universidades reducir sus costos operativos y aumentar la eficiencia de empleados y docentes. Al librarlos de la rutina, pueden enfocarse en tareas más creativas.

La gobernanza de datos eficaz es fundamental para el futuro de la IA en la educación superior. Conforme madure esta tecnología se vuelve inevitable supervisar las actividades que se le asignen y gestionar los riesgos relacionados. Esto requiere que las universidades establezcan controles para el uso ético y confiable de la inteligencia artificial.

Ahora bien, la adopción de la GenAI en las universidades entraña un cambio tan radical que no se consumará sin resistencias. Los docentes, el personal y los estudiantes por igual deben ser capacitados en su uso; también se deben atender las preocupaciones conforme surjan.

Sin embargo, continúa el informe, el aspecto más importante para garantizar la viabilidad del futuro de la IA en la educación superior consiste en brindar buenas experiencias de capacitación y aprendizaje para todos los miembros de la universidad. Por supuesto, se deben determinar y enfatizar las mejores prácticas para la IA generativa sin descuidar la misión y los parámetros éticos de la educación universitaria.