La inteligencia artificial (IA) es cada vez más ubicua en empresas de todas las verticales. Por supuesto, esto abarca también a las dedicadas al cuidado de la salud. Sin embargo, apenas 57% de las firmas tienen un enfoque integral de IA, señala el informe Architect an AI advantage, comisionado por Hewlett Packard Enterprise (HPE). De hecho, sólo 44% de los encuestados consideran que sus organizaciones están completamente preparadas para aprovechar los beneficios de la IA.
Para realizar el informe Sapio Research entrevistó en enero pasado a 2,453 responsables de tomar decisiones de TIC en 14 mercados, entre ellos México. Los encuestados trabajan en compañías con más de 500 empleados en diversas industrias, incluida la salud.
Se encontró que, aun cuando aumentan las inversiones en IA, se están ignorando áreas clave, lo cual afectará negativamente los resultados obtenidos. Esto es, se carece de un enfoque integral de IA. Entre los problemas hallados se cuentan: bajos niveles de madurez de datos; posibles deficiencias en su abastecimiento de red y computación, y consideraciones vitales de ética y cumplimiento. El informe también reveló afectaciones en el retorno de la inversión (ROI) debido a desfases importantes tanto en estrategia como en conocimiento.
Aunque se señala la gestión de datos como clave para usar exitosamente la IA, los niveles de madurez de datos siguen siendo bajos. Solamente 7% de las organizaciones pueden ejecutar ingresos/recuperaciones (pushes/pulls) de datos en tiempo real. Además, apenas 26% han implementado modelos de gobernanza de datos y pueden ejecutar análisis avanzados.
Ética y un enfoque integral de IA
No es la única evidencia de la falta de un enfoque integral de IA. Por ejemplo, menos de 6 de cada 10 encuestados consideran a su empresa capaz de manejar las etapas clave de la preparación de datos a utilizar en los modelos de IA, desde el acceso (59%) y el almacenamiento (57%) hasta el procesamiento (55%) y la recuperación (51%).
Algo similar ocurre en cuanto a los requisitos de cómputo e interconexión a lo largo del ciclo de vida de la IA. No conocerlos a fondo incrementa el riesgo de desarrollar modelos ineficaces, que incluso podrían tener alucinaciones.
Sin embargo, los niveles de confianza parecen altos en este aspecto. El 93% de los líderes de TIC consideran que su infraestructura de red está diseñada para soportar el tráfico de la IA; el 84% asegura que sus sistemas cuentan con flexibilidad suficiente en la capacidad de cómputo para soportar las demandas específicas de la IA.
Otra consecuencia de la ausencia de un enfoque integral de IA es la prevalencia de estrategias independientes para funciones individuales (35% de los encuestados). Además, 32% plantean series de objetivos completamente diferentes.
No es todo: la ética y el cumplimiento de la IA —de particular relevancia para la industria de la salud— suelen pasarse por alto. El estudio muestra que los líderes de TIC consideran que las áreas de legal/cumplimiento (13%) y ética (11%) son menos importantes para el éxito de la IA. Además, los resultados revelan que 25% de las organizaciones no involucran a sus equipos legales en la estrategia de IA. Las empresas que carecen de una política de ética para la IA podrían desarrollar modelos que carezcan de los estándares adecuados de cumplimiento.