La inteligencia artificial (IA) puede tener múltiples aplicaciones en el cuidado de la salud. Desde automatizar procesos administrativos hasta asistir en la interpretación de imágenes médicas, bien empleada puede facilitar las tareas de los médicos. Entre las maneras prácticas en que puede facilitarles el día a día se cuenta la transcripción por IA en las consultas de telemedicina.
Al no distraerse tomando notas, el médico puede concentrarse en el paciente mientras la IA captura todo lo hablado y lo pone por escrito, en tiempo real. Pero las aplicaciones de transcripción por IA no sólo contribuyen a mejorar los registros; también pueden identificar y señalar los detalles críticos. Esto es porque son capaces de analizar y resumir los puntos clave de la consulta; además, pueden compararlos con la información almacenada en el expediente clínico electrónico (ECE) y detectar patrones en los datos.
De esta manera, los tratantes pueden saber con facilidad si un paciente reporta de manera recurrente síntomas asociados con una afección específica. Esto puede facilitar el diagnóstico temprano de posibles enfermedades y ajustar los tratamientos para evitar daños.
Mejor planeación con la transcripción por IA
Así, con los resúmenes creados por los algoritmos se facilita dar seguimiento a la evolución de los pacientes. Al agilizar la detección de problemas potenciales antes de que se agraven, la transcripción por IA favorece la atención proactiva y no sólo reactiva. Es decir, se consigue una mejor toma de decisiones en menor tiempo. Eso permite diseñar tratamientos más efectivos para cada paciente, lograr mejores resultados y brindar una experiencia de atención médica más personalizada.
Por otra parte, dado los dados son alimentados directamente el ECE, cuando un paciente es atendido por diferentes profesionales, éstos pueden informarse con rapidez gracias a los resúmenes generados por las soluciones de transcripción por IA. A su vez, esto resulta en un proceso de atención con mayor consistencia, eficiencia y calidad.
Los proveedores de servicios de telemedicina también se benefician con transcripción por IA. Puesto que pueden tener, en tiempo real, datos sobre el uso de sus plataformas, pueden detectar tendencias a lo largo del tiempo. Por ejemplo, se puede saber si utilizan la telemedicina para el primer contacto con los médicos; si la emplean para consultas subsiguientes; si buscan atención preventiva o sólo acuden cuando se sienten enfermos.
Al comprender cómo usan los pacientes sus plataformas, las empresas pueden asignar con mayor eficiencia sus recursos. Inclusive, podrían predecir futuras tendencias. En suma, pueden lograr mejores planificaciones que resulten en servicios de salud remota más eficaces.