La presencia creciente de las TIC en la educación superior ha forzado el surgimiento de un nuevo tipo de alfabetización. Esto es, por una parte, porque las tecnologías generan una gran cantidad de información que es obligatorio saber interpretar. Tal es el caso, por ejemplo, para comprender y utilizar adecuadamente los datos que hoy impulsan a numerosas organizaciones. Y ahora, aparejada con el auge la inteligencia artificial (IA), emerge como una necesidad esencial la alfabetización en IA.
El Consejo de Educación Digital —Digital Education Council (DEC), una aceleradora EdTech respaldada por casi 80 universidades alrededor del mundo— define en su informe DEC AI Literacy Framework la alfabetización en IA como la adquisición de los conocimientos y habilidades esenciales para comprender, interactuar y evaluar críticamente la inteligencia artificial.
Esto se contrapone contra otro concepto incluido en el informe: el fenómeno de los “idiotas de la IA”. Es decir, aquellos que dependen excesivamente de la inteligencia artificial pero son incapaces de para evaluar o complementar sus resultados.
En cambio, la alfabetización en IA permite usar sus herramientas de forma crítica, eficaz y ética para obtener los mejores resultados posibles sin dejar de lado a las personas.
El informe describe cinco dimensiones de la alfabetización en IA. Cada uno de ellos se compone, a su vez, de tres niveles progresivos de competencia, cada uno con mayor dominio y habilidades más completas para el correcto uso de la inteligencia artificial.
Dimensiones de la alfabetización en IA
●Comprensión de la inteligencia artificial y los datos. Esto incluye entender la manera en que se recopilan, procesan e interpretan los datos alimentados a la IA. Además, abarca la comprensión de las implicaciones de los resultados obtenidos. Es así que pueden tomarse decisiones informadas a partir de ellos.
●Pensamiento crítico y juicio fundamentado. Esto implica la habilidad utilizar el razonamiento lógico para evaluar los resultados de la IA e identificar sesgos antes de tomar decisiones.
●Responsabilidad y ética. Muchas veces, los “idiotas de la IA” se dejan llevar por la tecnología sin tomar en cuenta ningún principio ético. Según el DEC, estos abarcan, entre otros, la transparencia, la rendición de cuentas y la privacidad. También deben sopesarse los riesgos potenciales de los datos arrojados por las herramientas de IA, como sesgos y desinformación.
Ahora bien, una buena alfabetización en IA incluye comprender las directrices aplicables para atajar los problemas potenciales originados en uso de la tecnología.
●Inteligencia emocional y creatividad. Las habilidades intrínsecamente humanas —empatía, adaptabilidad, comunicación, aprendizaje permanente y mentalidad abierta— son centrales para aprovechar adecuadamente el potencial de la inteligencia artificial. Ante la creciente automatización propiciada por la tecnología cobra relevancia la alfabetización en IA para tomar decisiones éticas, alineadas con los valores sociales.
●Conocimiento especializado en cada campo. La alfabetización en IA implica tener los conocimientos y habilidades necesarios para comprender, evaluar y gestionar su impacto en áreas académicas o profesionales específicas. Esto se extiende a la capacidad de adaptar las herramientas de IA para mejorar las prácticas en el ámbito profesional.